¿Vuelta a empezar? Alcoa, Gobierno y comité se abren a negociar, de nuevo, con el gran escollo de las cubas

El comité de empresa tiene dos grandes líneas rojas: evitar la parada de las cubas y garantizar el empleo para las auxiliares

Protestas Alcoa

El presidente del Comité de Empresa de Alcoa, José Antonio Zan, durante una manifestación por el futuro industrial de A Mariña / Europa Press

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Tras la reunión de la Mesa de Alcoa, tanto Gobierno como comité de empresa parecen dispuestos a negociar la última propuesta de Alcoa, que pasa, a grandes rasgos, por parar la planta durante dos años para reactivarla posteriormente, ya con precios eléctricos competitivos y con el compromiso de no realizar despidos colectivos durante cuatro. No obstante, como hace ahora más de un año, un tema vuelve a ponerse sobre la mesa: la parada (o no) de las cubas de electrolisis.

Este martes, el comité de empresa de Cervo ha indicado que “acepta entrar a negociar” con la multinacional del aluminio la última propuesta presentada a los representantes de los trabajadores. Pero, eso sí, marcan dos líneas rojas: que las cubas no se paren y que se garantice el empleo de las empresas auxiliares. La propuesta de Alcoa pasa por propocionar “un permiso retribuido” a los empleados afectados durante el cese temporal propuesto de dos años.

El Gobierno pide «garantías» a Alcoa

La reunión de la mesa negociadora se ha saldado con la mano tendida del comité de empresa. No obstante, la Xunta de Galicia calificó de “decepcionante” el encuentro, al indicar que el Gobierno central debe “tomar la iniciativa” de marcar un precio eléctrico competitivo. Y es que la propuesta de Alcoa se basa en la premisa de que es necesario “trabajar urgentemente para firmar preacuerdos de suministro de energía mínimamente competitivos a partir de 2024, siendo esos preacuerdos la premisa para iniciar el cese temporal de dos años”.

El Ministerio de Industria, por su parte, ha exigido a la empresa que presente “garantías de las inversiones anunciadas” dentro del citado plan de viabilidad para mantener activa la factoría de San Cibrao “bien a través de coberturas bancarias o con avales”. «Estas garantías son necesarias para dar confianza y seguridad al proceso de reindustrialización de la factoría», subraya el departamento de Reyes Maroto.

Suministro

Por otro lado, el Gobierno también indica que es necesario que Alcoa garantice que mantendrá el suministro de aluminio a los clientes que actualmente tiene la empresa y “que se tenga en cuenta a toda la cadena de valor del aluminio en la toma de decisiones».

El ministerio ha manifestado, no obstante, su disposición “a participar” en el proceso de negociación para garantizar el futuro de la planta «en el formato que se apruebe por parte de Alcoa y su comité de empresa». Además, asegura que pondrá a su disposición «todos los instrumentos de política industrial y energética para hacer que la planta sea competitiva y puedan modernizarse sus instalaciones».

La incógnita energética

No obstante, en el horizonte del futuro de Alcoa se mantienen inalterables, de momento, muchas incógnitas. El primero, si efectivamente, en dos años, habrá una bajada de los precios eléctricos que haga competitiva la planta (aseguran los de Pittsburgh que ahora mismo no lo es debido a las ingentes pérdidas que les genera la tarifa eléctrica).

Los trabajadores piden al Gobierno central un marco energético «de una vez por todas y cuanto antes», para que pueda haber «continuidad de producción» en 2022 y 2023 «para después en 2024 si consigue una PPA (contrato de compraventa de energía), lo aplique».

La Xunta también hace hincapié en este punto. El vicepresidente económico, Francisco Conde, insistió en que “estamos en un viaje a ninguna parte”, si no se aborda la cuestión energética. “Instamos a Alcoa y al Gobierno a que en este marco de negociación se incorpore el precio eléctrico como el objetivo principal de este marco de negociación, porque, si no, será seguir dando vueltas a un proceso para no llegar a ninguna parte y no dar una solución definitiva”, dijo tras el encuentro.

No es la primera vez que Alcoa apunta a que las pérdidas de la planta de aluminio rondarían, en este contexto de subida de precios, unos cinco millones de euros a la semana. Apoya la compañía su propuesta en datos del Mercado Ibérico de Eléctricidad (MIBEL), que anticipan que los mercados continuarán los próximos dos años con precios disparados, por encima de los 270 euros por megavatio/hora de media en el primer trimestre de 2022, de 200 euros en el conjunto del año y de 90 en 2023.

De nuevo, las cubas

La segunda gran duda es qué ocurrirá con las cubas de electrolisis. El presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, lamentó este martes que Alcoa “siga insistiendo en que necesitan parar las cubas, el proceso productivo”. Por su parte, la plantilla sigue «diciendo que las cubas no se paran y ahí existe un gran escollo«.

La empresa ha explicado en el encuentro «cómo ven ellos la salvaguarda de las empresas contratistas», pero el comité ha advertido de que «tendrían que garantizar tanto suministro como transporte aparte de contratistas y talleres del alrededor», pues «todos ellas son parte» del empleo de Alcoa. «Por eso sin ellos no iremos», avisa Zan.

Alcoa, por su parte, ha manifestado que, con la reunión de este martes, “reitera su voluntad de avanzar en la posible solución que planteamos al comité de empresa para recuperar la viabilidad de la planta de aluminio de San Cibrao”. “Creemos que la celebración de esta mesa muestra la voluntad de todas las partes de llegar a un acuerdo que permita mantener el empleo y promover la viabilidad futura de la fábrica, y Alcoa ha mostrado su flexibilidad de hablar de inversiones y mitigar el impacto en las empresas auxiliares”, sostiene.

Economía Digital Galicia

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