Vodafone implica a Castellano en una trama para defraudar a Hacienda en Ono
Considera acreditado un fraude de 72 millones en el IVA durante la gestión del ex presidente de Novagalicia
Vodafone continúa la ofensiva contra los ex directivos de Ono, el equipo formado por el ex presidente de Novagalicia, José María Castellano; la exconsejera delegada, Rosalía Portela; y el exdirector de finanzas, Carlos Sagasta.
La compañía británica, que reclama una indemnización solidaria por importe de más de 140 millones a la antigua cúpula de Ono, considera acreditado que los anteriores ejecutivos organizaron una trama para defraudar a Hacienda. En concreto, consideran «acreditado, un fraude por valor de 72 millones en el IVA entre 2012 y 2014.
Una trama
Vodafone desvela que la Agencia Tributaria inició una inspección a Cableuropa (Ono) en relación con el negocio de reventa internacional de voz que se venía desarrollando mientras Portela, Castellano y Sagasta eran los responsables de la gestión de la compañía. La compañía ha informado que dicho procedimiento concluyó estableciendo una deuda tributaria de más de 72 millones de euros al considerar la Agencia Tributaria que las cuotas de IVA soportadas por Ono no tenían la consideración de «deducibles».
La Agencia Tributaria establecía en su escrito la constatación de que cuotas repercutidas a Ono, y que ésta había deducido, no habían sido ingresadas en el Tesoro Público, lo que se añadía a la existencia de «otras circunstancias concurrentes» que «inducen al convencimiento de la existencia de una trama defraudatoria de IVA de la que Cableuropa (Ono) se ha beneficiado y que, de haber sido mínimamente diligente, habría, cuando menos, tenido indicios de la existencia de operaciones irregulares, lo que habría debido llevarle a evitar su implicación en tales operaciones».
Situación regularizada
El nuevo equipo directivo de Ono, nombrado tras la compra por parte de Vodafone por 7.200 millones, decidió regularizar la situación tributaria «heredada», ingresando en el erario público las cuotas «indebidamente» deducidas antes de que la Agencia Tributaria iniciara frente a la compañía las acciones derivadas de los hechos puestos de manifiesto y que abarcaban desde inicios del ejercicio de 2012 hasta el momento en que se produjo la venta de Ono en 2014.
Las fuentes de Vodafone aseguran que el ingreso de la deuda tributaria realizado por Ono era la «única vía» que permitió evitar un perjuicio «mucho más significativo», tanto a la compañía como a sus anteriores gestores, y no dar lugar al ejercicio de eventuales acciones de naturaleza sancionadora.