Vodafone culmina siete años de recortes en Galicia
La multinacional comenzó a deteriorar las condiciones laborales en 2012, antes de encadenar tres ERE que afectaron a miles de trabajadores en España
Este jueves se abre la mesa de negociación del ERE que plantea Vodafone para 1.200 trabajadores en España, el tercero de gran tamaño desde el 2013, cuando el tijeretazo afectó a 900 empleados entre despidos, externalizaciones y recortes en las condiciones laborales. Aunque Galicia representa una parte pequeña de la plantilla en el Estado, 184 trabajadores repartidos entre Vigo y A Coruña de los 4.800 del grupo incluyendo Ono, cada vez que Vodafone pasa las tijeras da algún trasquilón en la comunidad.
Un balance realizado por los comités de empresa de Vigo y A Coruña con motivo del ERE aplicado en 2015 tras la absorción de Ono, cablera que tuvo al frente a José María Castellano, muestra que los recortes ya comenzaron en 2012. Aquel curso, Vodafone aplicó una suspensión temporal de empleo (ERTE) de dos semanas entre junio y septiembre, y rebajó entre un 4% y un 10% la parte variable del salario y de los incentivos, además de lanzar un plan de reducción de jornada voluntario.
Los despidos colectivos masivos
El periodo de aplicación de la contención salarial se extendía hasta abril de 2013, pues el ejercicio fiscal de Vodafone en España termina en marzo. El problema es que en el nuevo ejercicio la compañía británica lanzó un ERE para 902 trabajadores que golpeó a 56 empleados en Galicia, 33 de ellos despedidos. Después llegarían las salidas derivadas de la integración de Ono, que afectó a otros 1.059 empleados. La cablera no tenía plantilla en Galicia, pero la regulación laboral afectaba a casi 500 trabajadores de Vodafone España.
En este periodo de tiempo, la plantilla gallega pasó de los casi 250 empleados en 2012 a los 184 actuales, que están a la espera de que el nuevo despido colectivo para 1.200 personas tenga la menor repercusión posible en la comunidad.
Vodafone perdió 180 millones en España
En el hilo temporal es curioso ver como los sindicatos insistían en sus comunicados que el exceso de carga de trabajo y la externalización de servicios rebajaban la calidad, lo mismo que recalcó este lunes la Unión de Consumidores de Galicia. Sin embargo, las razones de Vodafone son otras. La multinacional atribuye a la presión de las ofertas low cost, la necesidad de “tener una estructura de costes preparada para competir con éxito en todos los segmentes”, es decir, reducir la partida destinada a salarios.
Sobre el papel, el balance de cuentas de Vodafone España dice que en el ejercicio cerrado en marzo del año pasado registró pérdidas de 180 millones, mientras que Vodafone Ono acabó con 9,5 millones de beneficio. En ambos casos, la cifra de negocio descendió, y solo en Vodafone España los costes salariales aumentaron, unos 40 millones más respecto al ejercicio anterior.
Aplica un ERE cuando acaba de pagar el otro
El nuevo ERE de Vodafone llega justo después de que la compañía haya terminado de pagar los gastos derivados del que aplicó en 2015. La multinacional provisionó entonces 40 millones de euros, de los que en marzo del año pasado quedaban por ejecutar apenas 1,8 millones. Algo similar ocurre con Vodafone Ono, que provisionó 68,8 millones, de los que quedaba un saldo pendiente de ejecutar 2,2 millones.
Los trabajadores, hartos de la dinámica en la que ha entrado en la compañía, a la que achacan errores de gestión y precarización del servicio, apuntan que, tras los despidos colectivos anteriores, Vodafone siempre volvió a contratar personal, lo que explica que la plantilla acabe volviendo siempre a cifras similares. Vodafone España tenía 3.752 trabajadores antes del ERE de 2015 y a cierre de marzo del año pasado contaba con 3.337.