Villar Mir se desespera para que OHL no valga menos de 850 millones
Las dudas sobre el grupo constructor provocan una caída bursátil anual del 50% que le obliga a recomprar acciones por el 3% de su capital. Desde la salida del IBEX, el 17 de junio, el retroceso en bolsa supera el 30%, casi todo en las últimas cuatro sesiones
Intentaba el octogenario Juan Miguel Villar Mir el pasado 21 de junio, poco antes de la última junta de accionistas de OHL –en la que anunciaba la cesión del testigo a su hijo Juan Villar Mir de Fuentes –, poner al buen tiempo buena cara, pero un mes después se está demostrando que el grupo constructor se encuentra inmerso en una de sus peores crisis.
«Compren ahora, no van a ver un momento tan bajo de OHL», decía el todavía entonces presidente, cuando los títulos de la constructora, cuatro días después de ser apartada del selectivo IBEX 35, superaban ampliamente los 4 euros.
Predicción fallida de Villar Mir
Pues bien, 30 sesiones después, la predicción de Villar-Mir no solo no se ha cumplido, sino que el valor de la constructora, desde entonces, se ha desplomado un 30% adicional, dejando ya muy atrás los 3 euros, y situando el valor en bolsa en torno a los 850 millones de euros.
Venía OHL de cerrar un 2015, «con el peor beneficio en muchos años de nuestra empresa», comentaba Villar-Mir, pero 2016 ha ahondado más en ese agujero, situando el punto álgido de esta hecatombe el pasado viernes, cuando cerraba el semestre con unos paupérrimos beneficios de 3 millones de euros.
Justificaciones insuficientes ante los resultados hasta junio
Justificados por la empresa por una mayor cifra de impuestos derivada, en gran medida, del reconocimiento en el primer semestre de 2015 de 27,2 millones de euros de crédito fiscal en OHL México para compensar la plusvalía de la venta del 25% de Conmex.
Una justificación que fue acogida por los inversores con una avalancha de venta de títulos de la constructora. Entre las dos últimas sesiones de la pasada semana y la del pasado lunes, OHL perdía en bolsa un 20%.
Recompra desesperada de acciones
Ante la gravedad de la situación y, de cara a frenar la hemorragia, a primera hora de ayer martes, el grupo constructor cogía el toro por los cuernos al anunciar el inicio de un programa de recompra de acciones, con una duración de seis meses.
Busca elevar su autocartera hasta un máximo del 3% de su capital (unos 27 millones actuales) con la adquisición de hasta 9 millones de títulos. O, en su caso, hasta un máximo de 45 millones de euros.
El parámetro que resulte más barato, que parece claro cuál será. El precio máximo de recompra fijado por OHL sería de 9,88 euros, el teórico valor contable de la acción al pasado 30 de junio, 3,3 veces por encima de actual valor bursátil.
Caída de los bonos y nuevo retroceso en bolsa
La reacción tras esta medida no se ha hecho esperar, con un desplome del precio de los bonos de la constructora, debido a que, según los analistas, podría poner en serio peligro la promesa lanzada el pasado año de destinar 650 de los 1.000 millones, captados en la ampliación de capital, a recomprar deuda.
Si hasta la fecha, OHL solo había adquirido bonos propios por 78 millones, se antoja difícil que ahora, con la recompra de acciones, esta cantidad se vaya a aumentar.
Tras el anuncio, el precio de los bonos de OHL, con vencimientos en 2022 y 2023, con pago del cupón del 4,75% y del 5,5%, retrocedían 3 puntos. Y lo mismo sucedía con el bono 2020, con cupón del 7,625%, que dejaba muy atrás los 80 puntos cuando una semana antes cotizaba en 90.
Si la decisión de la recompra de títulos buscaba frenar el descenso de la cotización e inspirar confianza en los accionistas, tampoco parece que haya surtido el efecto deseado. Ayer martes, un nuevo retroceso del 5,5% para dejar la capitalización por debajo de los 850 millones de euros.
La contabilidad paralela de México sigue pesando
El agujero de En medio de esta situación, muchos inversores siguen de cerca los movimientos de OHL México, la filial sobre la que se mantienen serias dudas acerca de sus cuentas, impulsadas por el litigio inacabado que mantiene con la consultora Infraiber.
De hecho, al cierre del primer semestre, volvía a presentar la doble contabilidad exigida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la CNMV mexicana.
Al considerar las concesiones mexicanas como activo intangible y no financiero, la filial azteca de OHL hubiera registrado pérdidas de 220 millones de pesos (unos 12 millones de euros), en lugar de los beneficios de 2.998 millones apuntados, casi 160 millones de euros.
En esa contabilidad proforma de OHL México, con las concesiones como intangibles, el activo queda reducido a la mitad. De casi 70.200 millones de pesos (3.650 millones de euros) a poco más de 25.702 millones de pesos, unos 1.340 millones de euros.