Viaje al fin de la noche en Alcoa
Una multitudinaria marcha nocturna pide al Gobierno la intervención de la planta de Alcoa en San Cibrao y un marco energético competitivo para la producción de aluminio
Más de un año después de que Alcoa presentara el ERE para 524 trabajadores de la factoría de San Cibrao, que supondría el desmantelamiento de la planta para dejar solamente activa la fundición, otra multitudinaria protesta en Xove exigió al Gobierno que «de una vez cumpla con la promesa» de intervenir la factoría.
Cientos de participantes prendieron linternas, velas y bengalas para hacer visible la protesta, cuyo lema central lucía en los chalecos reflectantes y pancartas: ‘Enerxía solución’.
La situación de las instalaciones lucenses de Alcoa está enquistada. Los tribunales tumbaron el ERE que pretendía aplicar la multinacional norteamericana mientras que las conversaciones para vender la planta acababan en nada, solamente con la retirada de la Sepi de la operación tras ofrecerse como intermediario para traspasar la factoría a un tercero, lo que volvió a cuestionar el compromiso del Ejecutivo con solventar el problema.
Para la plantilla, la única solución es «que la Sepi haga una intervención», según manifestó el presidente del comité de empresa José Antonio Zan, quien reclamó el apoyo de todos los grupos en el Congreso a una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentada por el PP para que esta operación se acometa «por un euro», que es la cuantía por la que Alcoa ofreció al Estado la planta.
La pasividad del Gobierno irrita a los trabajadores
Desde la moción de censura contra Mariano Rajoy, los populares se sienten cómodos con los problemas de Alcoa, liberados para dar apoyo a los trabajadores y refrendados por la incapacidad del Ejecutivo para encontrar una solución mientras van cayendo plantas. Antes era al revés y era Pedro Sánchez quien mostraba su respaldo a los trabajadores de Alcoa en A Coruña, que llevaban años pidiéndole a Rajoy un marco energético estable y competitivo para la industria.
«No esperamos más buenas palabras ni más apoyos, necesitamos saber qué van a votar cada uno de los grupos a la enmienda de un euro», añadió Zan. «Si se vende la planta a un tercero, tendrá futuro. Si no sale para adelante, pues los grupos que voten en contra serán los que cierren esta fábrica», insistió.
Los trabajadores dicen que ya no hay más tiempo para reuniones o para muestras de apoyo y piden soluciones inmediatas. El Ministerio de Industria, después de que el Supremo ratificara la ilegalidad del ERE planteado por Alcoa, se limitó a exigir a la multinacional que vendiera cuanto antes la planta.