Vestas pierde ayudas en Galicia tras cerrar en León
Hacienda retira parte de una subvención millonaria a Vestas en Viveiro por incumplir las condiciones de inversión y empleo
Vestas, la multinacional eólica danesa que echó el cierre a la planta de Villadangos del Páramo (León), recibe malas noticias en Galicia. La compañía tiene en Viveiro una fábrica que emplea a unos 200 trabajadores, todos temerosos de la posible repercusión que tuviera en A Mariña la clausura en León hasta que la empresa aseguró la continuidad de la actividad y las inversiones.
Una de ellas, ya ejecutada, saldrá más cara a Vestas de lo previsto. El Ministerio de Hacienda acaba de retirar parcialmente una subvención de 2,37 millones que concedió al fabricante de aerogeneradores en 2009 por incumplimiento de las condiciones asociadas a la ayuda. El departamento que dirige María Jesús Montero publicó el pasado 28 de noviembre la resolución del expediente por incumplimiento, rebajando la subvención otorgada de hasta los 1,7 millones, un 22% menos.
La pérdida de 600.000 euros correspondientes a los incentivos regionales –subvenciones para la inversión productiva a fondo perdido y cofinanciadas con fondos europeos– se debe a que Vestas no cumplió parcialmente los requisitos correspondientes a la inversión y el empleo que debía generar su proyecto en Galicia. De hecho, el propio expediente especifica que un 25% de las exigencias no se vieron satisfechas.
Las encrucijadas que salvó Vestas
La historia de Vestas en territorio gallego es de lo más tormentosa. En 2008 anunció la implantación de una fábrica de aerogeneradores con una inversión de 10 millones, curiosamente, con el objetivo de respaldar a la factoría de León. La ampliación de las instalaciones acabó con la alcaldesa socialista María Loureiro y cuatro ediles imputados por supuesta prevaricación por la concesión de licencia. Todos fueron absueltos.
La pérdida parcial de la ayuda no debiera trastocar demasiado al futuro de Vestas en Galicia, toda vez que se trata de un expediente antiguo resuelto a deshora y que la empresa trasladó en septiembre a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, su voluntad de mantener el desarrollo de la planta lucense así como la que tiene en la localidad ciudadrealeña de Daimiel.
La planta de León fue adquirida por un viejo conocido de Manuel Añón. Network Steel, empresa madrileña que estuviera participada por el empresario de A Laracha, se hizo con la planta y aseguró una inversión de entre 70 y 110 millones para mantenerla en funcionamiento.