Vestas defendió en los tribunales que el cierre de la fabrica sería «un drama» para A Mariña hace sólo dos años
La compañía advirtió ante el TSXG del "verdadero drama que para la comarca supondría el cierre de la fábrica" de Viveiro si se le tumbaban las licencias por la ampliación de instalaciones que llevó a cabo en 2014
Imagen de archivo del aerogenerador de Vestas en un parque eólico marino en Dinamarca
Galicia pierde a otro gigante de la industria eólica en pleno boom de las renovables en la comunidad. La danesa Vestas sigue los pasos marcados previamente por Siemens Gamesa en As Somozas, y ha anunciado el cierre de su factoría de Viveiro a finales de este año a pesar de que hace solo dos años legaba en los tribunales que una hipotética clausura de la planta sería un «verdadero drama» para la comarca de A Mariña.
Así lo exponía la firma en el recurso de apelación presentado ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en 2019 ante la decisión del Concello de Viveiro de revisar de oficio las licencias de obra por la ampliación que la multinacional danesa llevó a cabo en su factoría de Viveiro en 2019.
«Grave afectación al interés general»
En el recurso, que ha sido desestimado por el juez Jose Antonio Parada López, la firma recogía sendos dictámenes periciales de un arquitecto, así como de un economista y auditor para articular su defensa contra la decisión de la corporación municipal.
En la vista oral, el economista había «acreditado el enorme perjuicio económico que arrastraría la demolición de lo construido y el cese de la actividad», según recoge la sentencia de la sección segunda de la Sala de lo Contencioso del TSXG. Durante su intervención, el experto explicó «el verdadero drama que para la comarca supondría el cierre de la fábrica de Vestas, al afectar a alrededor de 200 personas en un municipio de 20.000 vecinos«, dejando así constancia de la «grave afectación al interés general» por el varapalo a su ampliación en Viveiro.
La sentencia fechada el pasado mes de febrero desestima el recurso de Vestas y reabre el lío por unas polémicas ampliaciones que iniciaron su recorrido en 2009. Fue entonces cuando la junta de gobierno local que por aquel entonces capitaneaba Moncho Roel otorgó licencia de obra mayor a Vestas Nacelles para incrementar la capacidad de la planta de ensamblaje de
aerogeneradores de A Mariña.
La denuncia de un vecino en 2014 (con las instalaciones ya ampliadas) desencadenó una inspección en la que se afloró una serie de irregularidades en la concesión de las licencias a Vestas. El proceso llevó incluso al banquillo a cinco concejales de Viveiro, que acabaron siendo absueltos de un presunto delito de prevaricación, y provocó que el director de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística ordenase a Vestas «la demolición de una serie de instalaciones ejecutadas» en 2015, tal y como recoge la sentencia del TSXG.
Los sindicatos claman contra la «deslocalización»
Desde el comité de empresa defienden que ni esta problemática con las licencias por su ampliación ni la cuenta de resultados de la fábrica hayan sido los desencadenantes de su cierre. Su presidente, David Mariño, asegura que la decisión de Vestas de poner fin a la actividad en su factoría gallega se debe única y exclusivamente a la «deslocalización».
«Vemos cómo Vestas está centrando su actividad cada vez más en China. Priorizan la cantidad sobre la calidad», lamenta el representante de los trabajadores, que acusa a la empresa de tener un comportamiento «egoísta» con una planta que nunca ha dejado de ser rentable. «En ningún caso ha dado pérdidas esta fábrica. Siempre ha cumplido con todas las previsiones. De hecho siempre se dijo que era una planta atípica, porque aumentaba la actividad cuando la producción mundial caía», argumenta, antes de avanzar que desde el comité de empresa defenderán el futuro de la factoría y de sus puestos de trabajo para evitar otro golpe a la comarca de A Mariña Lucense tras el jaque a Alcoa-San Cibrao.
