Vertido de pélets: el rastro del ‘Toconao’ lleva hasta una armadora de Bermudas multada por contaminar en EE UU

La empresa Columbia Ship Management, que fue multada con más de 9 millones de euros por parte de Estados Unidos en 2013, es la propietaria del portacontenedores a través de su filial Polar 3 Ltd, radicada en Bermudas

Imagen de archivo del portacontenedores 'Toconao' / Creative Commons

Imagen de archivo del portacontenedores ‘Toconao’ / Creative Commons

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La costa gallega se llena de los pélets de plástico vertidos por el buque Toconao. Maersk, naviera que opera el barco bajo la fórmula de time charter desde el año 2021 por un periodo de 40 meses, ha reportado a las autoridades españolas que han sido un total de 1.050 los sacos con pélets de 25 kilogramos cada uno que cayeron al mar a finales del pasado mes de diciembre.

El buque, que también perdió otros cinco contenedores que albergaban «pasta de tomate, neumáticos, barras de aluminio y rollos de papel film», según ha detallado la Delegación del Gobierno, vio cómo esta carga caía a su paso por aguas próximas a Viana do Castelo como parte de su trayecto desde el puerto alemán de Bremerhaven hasta el marroquí de Tánger.

Según el portal marítimo Vesselfinder, el portacontenedores ha recalado en el puerto de El Pireo en Grecia y el de Izmir en Turquía. Se trata de un buque de 300 metros de eslora y 48 de manga que opera en estos momentos bajo aparente normalidad y bajo pabellón liberiano. Esta ha sido su bandera desde que se echó al mar por primera vez en 2013 tras haber sido construido en las gradas del astillero rumano de Daewoo-Mangalia Heavy Industries.

Entre Liberia y Bermudas

La bandera de Liberia es una de las más solicitadas por parte de los armadores debido al mix que ofrece al país africano con sus facilidades de registro y su baja tributación, motivo por el cual es considerada una bandera de conveniencia. Sin embargo, las raíces del barco se prolongan también hacia el Caribe.

No en vano, según los registros de la Organización Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés) el Toconao es propiedad de una empresa domiciliada en Bermudas, un país considerado como paraíso fiscal por parte de la Unión Europea hasta hace apenas dos años. La titular de la embarcación es Polar 3 Ltd, una de las sociedades a través de la cual el gigante Columbia Ship Management controla su flota.

El grupo fundado por el alemán Heinrich Schoeller y con sede en Chipre tiene domiciliadas en Bermudas una serie de empresas (todas ellas denominadas Polar y seguidas de un número) a través de las cuales despliega sus tentáculos sobre los distintos barcos bajo su posesión.

Columbia Ship Management presume en su página web corporativa de sus «más de 40 años de experiencia» en el sector y destaca que es «uno de los pocos proveedores de servicios marítimos en el mundo que tiene un departamento dedicado exclusivamente a seguros y quejas, cuyo principal objetivo es añadir valor a los servicios generales de gestión que Columbia ofrece a sus clientes».

Una sanción de casi 10 millones en EE UU

En este sentido, el grupo tuvo que lidiar con una sanción millonaria hace algo más de una década. Y es que la Corte Federal de Newark (Nueva Jersey) condenó en julio de 2013 a Columbia Shipmanagement GmbH (con sede en Alemania) y Columbia Shipmanagement Ltd (con sede en Chipre) a abonar 9,5 millones de euros como condena por delitos graves de obstrucción de la justicia y violación de la Ley para Prevención de la Contaminación de los Buques.

Según el tribunal, las empresas del grupo Columbia trataron de ocultar de manera deliberada la contaminación de cuatro barcos que fondearon en los puertos de Nueva Jersey, Delaware y el norte de California. «Las compañías navieras admitieron que cuatro de sus barcos -tres petroleros y un portacontenedores- habían eludido intencionalmente el equipo de prevención de contaminación requerido y falsificado el libro de registro de petróleo, un registro requerido inspeccionado periódicamente por la Guardia Costera de Estados Unidos», recogía el departamento de Justicia estadounidense hace casi 11 años.

Los buques bajo la lupa de la justicia fueron el M/T King Emerald, el  M/T Nordic Passat, el M/V Cape Maas y el M/T Cape Taft. El primero se habría desprendido, según los hechos probados de agua de sentina en aguas próximas a una parque natural de Costa Rica.

En el caso del segundo buque, por su parte, fueron varios miembros de la tripulación los que proporcionaran a la guardia costera estadounidense una memoria USB que contenía fotografías y vídeos que mostraban cómo habían realizado vertidos ilegales por la borda a través del propio sistema de alcantarillado del barco. Los cargos que afectaban al M/V Cape Maas partieron de un informe de un denunciante enviado a la guardia costera tras recalar en San Francisco. El denunciante proporcionó un vídeo que mostraba vertidos de petróleo al agua tras manipular el funcionamiento del separador de agua/combustible.

Se trata de una práctica parecida a la seguida en el M/T Cape Taft, del que, tras una investigación, se descubrió un mal funcionamiento del separador del agua del combustible, así como una serie de 16 falsificaciones en el registro de petróleo del buque.

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