Venta o cierre: Vestas rechaza las ayudas del Gobierno y la Xunta
La empresa declina la oferta de las administraciones, que consistía en préstamos con carencia e interés muy bajo, o ayudas públicas a fondo perdido, según ha explicado la conselleira de Emprego
Vestas exprime el reloj. La empresa ha rechazado este miércoles las ayudas económicas ofrecidas por la Xunta y el Gobierno para impulsar un plan de reindustrialización de la planta de Viveiro (Lugo) que prevé cerrar. De esta manera, la única opción que deja sobre la mesa es una venta que deberá ejecutarse antes del 28 de octubre, cuando expira el periodo de negociación del ERE extintivo para 115 trabajadores.
La situación ha cambiado de color totalmente después de que en la mesa industrial de la pasada semana los trabajadores y la Xunta valorasen como «muy positivo» el encuentro en busca de una alternativa para la fábrica. La reunión de este miércoles celebrada en Santiago con representantes de trabajadores, administraciones y empresa ha resultado en un cierre en banda de la compañía.
Decisión «definitiva»
En declaraciones a los medios tras más de dos horas de reunión, el presidente del comité de empresa de Vestas en Chavín, David Mariño, ha afirmado que «la empresa no está dispuesta a aportar ningún plan industrial para el mantenimiento de los puestos de trabajo», algo que «dejó aclarado de manera supuestamente definitiva» este miércoles.
«No parece estar interesada en las ayudas en el ámbito económico por parte de la administración, ni de la Xunta ni del Gobierno, que se ofrecieron claramente hoy a hacer todo lo necesario para hacer viable un plan industrial», lamenta.
Búsqueda de comprador a contrarreloj
Ante esta nueva situación, se abre un periodo de búsqueda de comprador a contrarreloj. Las ayudas rechazadas por la multinacional danesa consistían, según ha explicado la conselleira de Emprego, María Jesús Lorenzana, en dos vías: préstamos (con carencia e interés muy bajo) o ayudas públicas a fondo perdido.
Junto a esto, se ofreció por parte de la Xunta llevar a cabo «una búsqueda activa de eventuales compradores que quieran adquirir la factoría». «En ese sentido, necesitamos la colaboración de la empresa, necesitamos que la empresa nos dé determinados datos de su producción para elaborar un dossier comercial con el que trabajar para estos compradores», relata Lorenzana. Una cuestión sobre la cual «la empresa se mostró proactiva» para colaborar.
Protestas contra la empresa
Ante la decisión de Vestas, el comité de empresa ha vuelto a tomar las calles para protestar por la situación. Los trabajadores se han concentrado desde las 13:30 horas frente la Escola Galega de Administración Pública (EGAP), haciendo hecho sonar sus bocinas y lanzado petardos, al tiempo que realizaban cánticos como: «Vestas, solución». Sobre las 15:45 horas, Mariño ha explicado a viva voz en las escaleras del edificio de la EGAP cómo ha ido la reunión y ha clamado contra Vestas por «dinamitar» la mesa industrial, al tiempo que ha avisado de que van a «seguir dando guerra».
Paralelamente, el presidente del comité ha cargado contra la compañía por solo ofrecer como alternativa recolocar a 10 empleados como máximo de los 115 afectados por el ERE. Enmarca esa «ridícula» medida dentro como una «mitigación» de los efectos del ERE en el proceso de consultas, pero sin plan industrial para el futuro. «Textualmente», se queja, la compañía habló de «unas 10 personas», «algo irrisorio». «Como representante de los trabajadores que están ahí abajo casi me da vergüenza decirles que están pensando en recolocar a 10 personas», reprueba.