Venancio Salcines: “Esta revolución energética es la primera que Galicia encara con la cabeza alta”

O presidente do conselleo reitor de Cesuga ve Galicia nunha posición destacada para abordar a transición enerxética e para pechar o círculo de procesos produtivos, reducindo deste xeito a súa dependencia do exterior

Venancio Salcines, presidente del consejo rector de Cesuga

Venancio Salcines, presidente del consejo rector de Cesuga

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A Toxa se prepara para albergar una nueva edición de O Encontro. El gran evento económico de Galicia reunirá a más de 500 asistentes entre los días 13 y 14 de julio y tendrá como ponentes a primeras espadas del mundo empresarial, académico y de la Administración pública.

O Encontro arrancará a las 18.00 horas de este jueves con una inauguración que correrá a cargo del propio presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el presidente del consejo rector de Cesuga, Venancio Salcines. En declaraciones a Economía Digital Galicia, Salcines se ha mostrado feliz por haber conseguido dotar a esta nueva edición de O Encontro de un panel de un centenar de expertos que serán protagonistas de un debate de ideas que tendrá como hilo conductor a la economía y todas sus ramificaciones. Entre ellas, el futuro de la industria, propuestas para mejorar el mercado laboral, las perspectivas de futuro para sectores clave en Galicia como el maderero o el pesquero o la apuesta por la sostenibilidad.

En la cita se analizarán los principales retos y oportunidades que emergen en el horizonte de Galicia en un entorno marcado por una inflación que, según Salcines, ha amainado su fuerza, y por una revolución energética ante la que Galicia parte en una posición destacada. «Estamos en un entorno de moderación de la inflación. Será cada vez menor», ha explicado Salcines.

Según el presidente del consejo rector de Cesuga, el alza generalizada de los precios fue otro de los efectos de la pandemia. «La oferta estaba tocada y la demanda rebotó de manera súbita», generando así una presión al alza sobre materias primas, productos finales y portes que desató una escalada de precios que posteriormente se vería acelerada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

A estos factores coyunturales se suma uno de carácter estructural. Se trata del cambio de ciclo en China para pasar de país productor a país consumidor coincidiendo con su florecimiento económico y la relajación de su histórica política del hijo único. «Materias primas que iban para las fábricas de allí para ser transformadas ya no van a volver», sentencia Salcines, que considera que este factor, unido a las tensiones en la cadena de suministro como consecuencia del Covid-19 refuerzan la necesidad de apostar por la industria local.

«La Unión Europea debe plantearse estratégicas para reducir la dependencia de China», ha precisado Salcines, que aboga por el cerrar el círculo desde la extracción de materias primas hasta su transformación en un producto final. Es por ello que el experto considera que la transición energética y reindustrialización deben ir de la mano, abriendo, además, la posibilidad de que Galicia lo haga en una posición destacada.

«Galicia era rica cuando el sector agrario era importante, pero la primera revolución industrial la destrozó y la segunda nos pilló con la posguerra. Cuando murió Franco cambió todo, pero Galicia seguía siendo la segunda comunidad más pobre por detrás de Extremadura», recalca Salcines. Sin embargo, desde entonces Galicia ha avanzado posiciones en todos los indicadores económicos y ha pasado a ocupar puestos de mitad de tabla. «Entramos a la cuarta revolución y es la primera vez que podemos encararla con la cabeza alta y para ser jugador», ha apuntado Salcines.

Los nuevos rumbos de la economía gallega

Como ejemplo de las oportunidades que se presentan en el horizonte de Galicia de la mano de la transición energética, el presidente del consejo rector de Cesuga se ha referido a las propias energías renovables, a la minería, a la industria maderera o al textil. En este sentido, Salcines ha hecho mención a la oleada de proyectos de eólica marina que se proyecta sobre las costas gallegas. Para conectar estos aerogeneradores con las subestaciones eléctricas es necesario desplegar un cableado por el que Salcines apuesta por dotar de cobre extraído y fundido en Galicia.

Este mineral jugaría, según Salcines, un papel clave en este escenario. «Los coches eléctricos necesitan diez veces más cobre que los de motores de combustión«, ha explicado, antes de hacer referencia al potencial de Galicia con otros minerales para este tipo de vehículos, como es el caso del cobalto o el litio.

Respecto al sector maderero, Salcines ve oportunidades tanto para el pino como para el eucalipto. En el caso del primero, el presidente del consejo rector de Cesuga ve potencial para madera constructiva. Además, el experto considera que «el futuro del textil pasar por el eucalipto» de la mano de proyectos como el de Altri para levantar una planta de fibras textiles en Palas de Rei. Algo que, además, supondría una fuente de ingresos extra para las casi 100.000 familias que cada año cortan y venden eucalipto.

El textil es uno de los sectores abanderados de la apuesta por la sostenibilidad. Esta se traslada al producto con la obtención de tejidos más respetuosos con el medio ambiente o en los propios envoltorios, pero la asignatura pendiente sigue estando en el transporte. Además del transporte terrestre, Salcines pone el foco en la vía marítima. «No puedes hacer camisas sostenibles quemando fuel en 20.000 millas», ha reiterado. Ante la imposibilidad de que los buques se propulsen con motores eléctricos, Salcines ve al hidrógeno como el combustible de futuro para el sector. «El hidrógeno verde va a ser clave en el transporte marítimo», ha concluido.

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