Veinticuatro horas para despejar el futuro de Alcoa y Alu Ibérica
Este jueves, Alcoa explicará las medidas laborales que aplicará en Lugo; también expira el plazo de Parter para dar "una respuesta" a su acuerdo con Riesgo
En poco más de 24 horas han de conocerse datos que podrían decantar el futuro de dos empresas cruciales para Galicia por su envergadura y por el número de trabajadores que aglutinan: Alu Ibérica, en A Coruña y Alcoa, en Lugo. La multinacional americana está relacionada con ambas. Dueño de la factoría de San Cibrao, también era propietaria de la primera, de la que se deshizo el pasado año tras traspasarla al fondo Parter mediante un proceso de puja tutelado por el Ministerio de Industria.
Pero, ¿por qué es tan importante la jornada del jueves? Ese es el día en el que la dirección de Alcoa en España ha convocado a los representantes de los trabajadores de San Cibrao para anunciarles las «medidas» que está estudiando tomar debido a la «insostenible» situación en la que se encuentra la factoría de aluminio (la de alúmina quedaría, de momento, a salvo). Esas medidas, conceden desde la compañía, podrían impactar en el ámbito laboral aunque, indican, esta reunión no significa el inicio de ningún proceso legal reglado, sino que se trata de una toma de contacto con la plantilla, que teme ya la aplicación de ajustes. Fuentes de la compañía sostienen que la falta de un marco regulador para los grandes consumidores en España (la tramitación del estatuto de la industria electrointensiva fue interrumpida por el Covid-19), así como la sobrecapacidad en el sector del aluminio afectan directamente a los negocios del grupo en España.
Amenaza de ERTE
La situación preocupa especialmente a la plantilla. Primero, porque durante la crisis del Covid-19, dos empresas auxiliares de la fábrica de San Cibrao se vieron abocadas a aplicar sendos ERTEs ante la decisión de la compañía de dejar inactivas las cubas en electrolisis al final de su vida útil. Segundo, porque la multinacional acomete desde hace tiempo a nivel mundial un proceso de venta de activos no competitivos. Por otro lado, la compañía también trasladará las medidas que estudia para con la planta de aluminio al comité europeo del grupo.
Pero, ¿y qué pasa el jueves con Alu Ibérica? Para comprender la situación hay que remontarse al pasado 15 de abril, cuando Parter comunicó que había vendido (por un precio que no se hizo público) la mayoría accionarial de las plantas gallega y asturiana a Grupo Industrial Riesgo, sociedad con sede en Madrid y que se dedica a invertir en empresas en dificultades para tomar una participación mayoritaria y reestructurar el negocio.
Se cumple el plazo para Parter
La venta no tendría nada de especial sino fuese porque Parter consiguió hacerse con las actuales plantas de Alu Ibérica en A Coruña y en Avilés mediante un proceso de puja en el que Alcoa, la dueña de ambas, se comprometió a dar a la nueva propietaria unas inyecciones periódicas que llegarían a los 95 millones de dólares para contribuir al proceso de reindustrialización de la planta. El adjudicatario también contraía, eso sí, una serie de obligaciones, como garantizar puestos de trabajo e inversiones al menos durante dos años.
Ahora, según Alcoa, Parter ha incumplido los acuerdos alcanzados hace apenas un año, cuando se produjo el traspaso de las fábricas. Por ese motivo, ha decidido paralizar los pagos comprometidos y dejarlos en un depósito notarial hasta que se aclare la situación. También dio a Parter un plazo, que expira este mismo jueves, por el que el fondo debe «aportar una solución» ante el «incumplimiento» de los acuerdos de venta.
Intervenir las plantas
Todo esto, unido a los recelos que despierta el Grupo Riesgo (el propio Ministerio de Industria ya ha evidenciado sus dudas y ha solicitado a Parter información para acreditar su solvencia), hace que los trabajadores de la planta coruñesa, como los de Alcoa en Lugo, se muestren intranquilos. Desde el comité de empresa, explican que, al final, la plantilla es la parte más perjudicada. «Parter ha incumplido el acuerdo, ya que no solo no ha llevado cabo las inversiones comprometidas en la planta, sino que al poco de producirse la venta comenzó a negociar ya con Riesgo», explican. «Tampoco creemos que Alcoa, paralizando los pagos comprometidos, esté dando cumplimiento al acuerdo alcanzado», reflexionan.
Este martes, mantuvieron una reunión con el conselleiro de Economía de la Xunta, Francisco Conde, en la que el presidente del comité de A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, incidió en la necesidad de «intervenir» la planta coruñesa, con el nombramiento de un gestor por la parte estatal y autonómica para que se garanticen las inversiones y el empleo. «No hablamos de una intervención permanente, pero sí que se podría llevar a cabo una de forma puntual, hasta que se garantice tanto la inversión como el mantenimiento del empleo», explicó. Por su parte, Conde ha instado a la nueva dirección de Alu Ibérica a presentar cuanto antes por escrito su plan industrial ante todas las partes y en una mesa convocada por el Gobierno, con un compromiso «explícito y con transparencia».
¿Irregularidades?
El lío no acaba ahí. También este martes Riesgo indicó haber detectado, en su corta gestión de mes y medio en las fábricas de A Coruña y de Avilés, «numerosas irregularidades por parte de los gestores anteriores».
Los representantes de los trabajadores de A Coruña indican que llevan ya tiempo denunciando una gestión «desastrosa» por parte de los anteriores propietarios, si bien apuntan a que las declaraciones de Riesgo sobre procesos de investigación son difíciles de creer «teniendo en cuenta que también tendría que investigar a Parter, que sigue siendo su socio al retener un 30% del capital de las sociedades de A Coruña y de Avilés» y «acaban de contratar como asesor al director que tuvo la fábrica entre 2010 y 2020, José Gil Fernández-Pulpeiro«.