Guerra entre dos multinacionales por las donaciones de Amancio Ortega
Dos gigantes de la oncología, Varian y Elekta, llevan a los tribunales su disputa por hacerse con los contratos de la donación de Amancio Ortega
La donación de Amancio Ortega al sistema público de salud, unos 320 millones de euros para equipos oncológicos, no solo trae consigo un evidente beneficio a los ciudadanos, sino que también pone en circulación una larga lista de millonarias licitaciones públicas que se disputan las pocas empresas capaces de producir aparatos de tan alta tecnología.
Dos de estas multinacionales, la norteamericana Varian y la sueca Elekta, ambas con filiales en España, mantuvieron una apretada disputa para adjudicarse los nuevos aceleradores lineales para radioterapia, llegando en algunos casos a los tribunales.
El más llamativo es el de Extremadura, donde la Junta de Guillermo Fernández Vara espera a que el Tribunal Superior de Justicia resuelva el recurso presentado por Varian para poder instalar los equipos, cuatro aceleradores de última generación que intentan adquirir desde hace año y medio, cuando se puso en marcha la licitación.
El baile de recursos entre las compañía también se produjo en la Comunidad Valenciana por los aceleradores de la provincia de Valencia y las obras de adecuación de los búnkeres del Hospital Clínico. Varian y Elekta son dos beneficiarias indirectas de la obra social de Amancio Ortega, pues apenas hay empresas que trabajen con esta tecnología en el sector de la ingeniería oncológica.
De hecho, Elekta explica en la memoria de su último ejercicio que el incremento en su facturación en un 74% «se debe principalmente a la donación suscrita por la Fundación Amando Ortega con diversas comunidades autónomas para renovar y mejorar sus equipos de radioterapia». La filial española facturó en 2018 casi 30 millones de euros, si bien el grupo tiene un volumen de negocio global de más de 1.000 millones. Varian facturó el año pasado más de 2.500 millones.
Hasta los tribunales
En el caso de los cuatro aceleradores de Extremadura, la licitación asciende a casi 11 millones y fue la compañía norteamericana la que inició el contencioso en los tribunales a pesar de que, en primera instancia, resultó adjudicataria del contrato. Elekta recurrió y el tribunal de contratación le dio la razón, motivo por el que Varian acudió a los juzgados.
La Junta de Extremadura teme que la disputa se dilate hasta el Supremo y que continúe retrasándose por más de un año la puesta en funcionamiento de las máquinas, informó el diario Hoy. La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales confirma que están pendientes de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia y que “cuando se dicte la resolución, se ejecutará el contrato de compra”.
Elekta también confirma el litigio aunque, al igual que Varian, ha pedido más tiempo para responder a las preguntas de este medio.
Más recursos en Valencia
Aunque no es tan común que la disputa llegue a librarse en las altas instancias judiciales, sí que es más habitual, según fuentes del sector, el baile de recursos en la vía administrativa. Y Varian y Elekta cumplieron esta máxima en la Comunidad Valenciana. En este caso por el lote 12 de la macrolicitación que puso en marcha la Generalitat con los 30 millones donados por Amancio Ortega.
Este lote, compuesto por tres aceleradores lineales de la provincia de Valencia y la adecuación de un búnker del Hospital Clínico –obra que ya está en marcha–, fue adjudicado a Elekta el 30 de abril de 2018. Varian presentó recurso ante el Tribunal Administrativo Central alegando, entre otras cuestiones, que su rival había incumplido las prescripciones técnicas obligatorias en los aceleradores ofertados y que se habían vulnerado los principios de igualdad de trato y no discriminación en la presentación de ofertas. El tribunal desestimó sus argumentos.
La Generalitat anunció la pasada semana, más de dos años después de que la vicepresidenta de la Fundación Amancio Ortega, Flora Pérez, y Ximo Puig firmaran el convenio para la donación, que comenzaba el desmontaje y sustitución de uno de los aceleradores lineales del Hospital Clínico, mientras se desarrollaban las obras del búnker que alojará otro.
La complejidad del proceso para ejecutar el donativo es lo que provoca tanta demora. La fundación del dueño de Zara firma convenios con las distintas comunidades autónomas comprometiendo el dinero para adquirir el equipamiento, pero son estas últimas quienes organizan los concursos para adjudicar los contratos.
La Fundación Amancio Ortega estimó a comienzos de este año que ´más de la mitad de los equipos ya estaban instalados y preveía que para cierre de este ejercicio el grueso de la donación estuviera desembolsada. Hasta cierre de 2018 y según las cuentas de la institución, solo había podido ejecutar el 20% de la donación, 55 millones de los 320 comprometidos.