Una hotelera indemnizará con 4,2 millones a los dueños de Greenalia por explotación de secretos
La cadena catalana Ona ha sido condenada por beneficiarse de información confidencial y reventar la compra de un hotel de cuatro estrellas a Smarttia, la sociedad con la que Manuel García controla Greenalia
La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a la cadena hotelera Ona a indemnizar con 4,2 millones a Smarttia, la sociedad de Manuel García Pardo que controla el 81% de Greenalia. Los magistrados entienden que Ona utilizó y se benefició de información confidencial de la compañía gallega en una operación para tomar el control de un hotel de cuatro estrellas en Málaga, incurriendo en competencia desleal «por explotación de secretos empresariales».
El grupo barcelonés, presidido por Juan Carlos Barrau, lleva más de dos décadas operando en el sector turístico y cuenta con establecimientos en Andorra, Cataluña, Murcia, Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias. El equipo de Manuel García se interesó en la empresa para la explotación de un hotel en Nerja y tras la negociación se desencadenó el procedimiento judicial, que la Audiencia Provincial falló a favor de los dueños de Greenalia el pasado mayo.
Los documentos confidenciales
El conflicto orbita en torno a un establecimiento de cuatro estrellas y 216 habitaciones en primera línea de playa, que actualmente gestiona Ona Hotels, pero que antes tuvo al mando a la sociedad Apartur Marinas de Nerja. Esta empresa era de la familia propietaria del inmueble y de los activos que conforman el complejo turístico, de unos 20.000 metros cuadrados. El empresario gallego vio una oportunidad de negocio haciéndose con los activos y diseñó un plan en dos fases: primero compraría un 65,65% de los activos y a la propia Apartur, la empresa que explotaba el hotel; y posteriormente completaría la compra con el 35% restante.
Smarttia contrató el asesoramiento de CBRE Real Estate tanto para la venta de activos como para encontrar un gestor que pudiese llevar el hotel y pagar el arrendamiento a la compañía gallega. Es en esta búsqueda cuando entra en escena la corporación Ona. En el transcurso de las conversaciones, el grupo con sede en Barcelona tiene acceso a la documentación elaborada por CBRE, que se había ocupado de analizar y tasar los activos, además de estudiar el plan de negocio del dueño de Greenalia y hacer una estimación sobre rentabilidad e ingresos de explotación.
Ona realiza varias ofertas para gestionar el hotel entre 2017 y 2026 por un arrendamiento de 1,8 millones anuales fijos más variables. Sin embargo, en julio de 2018 se hace con la totalidad de las acciones de Apartur a través de la filial Iridium Rising Investments, haciendo saltar por los aires la operación.
Smarttia la acusó de competencia desleal al explotar en beneficio propio la información secreta que le fue proporcionada por CBRE sobre el complejo hotelero y que además estaba sometida a cláusulas de confidencialidad. Por este motivo se desencadenó el litigio, que la compañía gallega perdió en primera instancia pero ganó en el recurso ante la Audiencia Provincial, logrando una indemnización de 4,2 millones frente a los 6,9 millones que solicitó inicialmente.
Ona, que puede recurrir la sentencia, había alegado prescripción del caso y también la falta de solvencia financiera de Smarttia para poder cerrar la operación. Los magistrados rechazaron ambos argumentos, aunque rebajan la cuantía final debido a una minoración del lucro cesante a causa del impacto del Covid en el turismo, especialmente en 2020 y 2021.