Una denuncia de Abanca, germen de la investigación sobre José Luis Moreno
La investigación de la Policía Nacional y la Guardia Civil comenzó en 2018, cuando varias entidades dieron la voz de alarma sobre la organización presuntamente liderada por Moreno
La Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron este martes a 53 personas, entre ellas al conocido empresario del audiovisual José Luis Moreno, como presuntos integrantes de una red internacional de estafadores que contaban con más de 700 sociedades mercantiles con las que habrían defraudado más de 50 millones de euros. La investigación, denominada Operación Titella (Marioneta en catalán) comenzó en 2018 cuando varias entidades bancarias dieron la voz de alarma sobre esta organización.
De hecho, el germen de la investigación está en una denuncia de Abanca, la entidad presidenta por Juan Carlos Escotet. Según adelanta El Confidencial, la investigación contra el grupo delictivo presuntamente capitaneado por Moreno arrancó en septiembre del año 2018, cuando Abanca detectó una presunta estafa, que llevó ante la Justicia. Los responsables de la entidad heredera de las cajas gallegas denunciaron ante el Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid la estafa de 1,3 millones de euros.
Esa denuncia, habría sido el germen de la una investigación en la que tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional comprobaron que, presuntamente, la red también se habría apropiado de fondos de otras entidades, entre las que según el digital se encontrarían Liberbank, ING, Bankinter y Bankia.
Entramado empresarial
Según la Agencia EFE, en las mismas fechas en las que se descubrió la estafa, de forma paralela, la Policía Nacional interceptó en Madrid a una persona que ocultaba en un doble fondo de un coche alrededor de 1,3 millones de euros.
Se trataba de una mula al servicio de la organización dedicada a blanquear dinero, como han demostrado las pesquisas durante estos años que han seguido los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Brigada de Madrid, según fuentes policiales.
Esta persona trabajaría para la red transportando en vehículos con doble fondo grandes cantidades de efectivo por todo el territorio nacional procedente, supuestamente, de la venta de droga dentro y fuera de nuestras fronteras.
La organización aprovechaba su entramado empresarial, con más de 700 mercantiles, para blanquear a terceros dinero procedente del tráfico de drogas. Para ello simulaban una actividad que era inexistente con el fin de justificar los millonarios ingresos en efectivo que se generaba con las ventas de la droga.
Estas sociedades contaban con buena reputación para ofrecer proyectos empresariales de todo tipo que nunca se materializaban. Tenían el visto bueno de directores de bancos, una notaría y hasta productores de televisión.
Suiza, Panamá y Maldivas
Una vez que recopilaban los fondos activaban una maquinaria perfectamente estudiada en la que el peloteo de cheques, la facturación simulada y la falsificación de documentos mercantiles era la actividad ordinaria. El destino de este dinero eran países como Suiza, Panamá y las Maldivas, y la capacidad de esta organización era destacable, ya que no sólo contaban con un notario a sueldo sino que además entre sus proyectos estaba crear un banco en Malta diseñado para el crimen económico.
Los investigadores han localizado a las víctimas, que son distintas entidades bancarias y un inversor privado, las cuales habrían sufrido una estafa de más de 50 millones de euros entre distintos proyectos fracasados