Una amenaza de huelga afea el desembarco de Ancala en los servicios de emergencia de Babcock
Los técnicos encargados de la reparación y mantenimiento de los helicópteros de emergencia activan un calendario de movilizaciones y advierten que irán a la huelga si no se renueva el convenio laboral, congelado desde 2015
La multinacional británica Babcock anunció en julio un acuerdo con el fondo Ancala Partners para la venta de los servicios aéreos de emergencia que presta en varios países. La operación engloba los servicios médicos de emergencia aérea, extinción de incendios y búsqueda y rescate en el mar de España, Italia, Portugal, Noruega, Suecia y Finlandia, dentro de un plan de la compañía para centrase en mercados «estratégicos», generalmente, aquellos en los que también presta servicios de defensa.
El cambio de propietario de la principal concesionaria de estos servicios en España, entre ellos los de salvamento marítimo y lucha contra el fuego de la Xunta, coincide con un creciente descontento laboral y con la convocatoria de movilizaciones por parte de los trabajadores. El comité de empresa de Babcock MCS Fleet Management, filial que reúne a unos 600 trabajadores encargados del mantenimiento y reparación de las aeronaves, denuncia que las tablas salariales están «prácticamente congeladas» desde hace siete años, «en un escenario de IPC acumulado superior al 19% en ese período».
De Inaer a Ancala Partners
El último convenio de la plantilla lo heredó de la antigua Inaer, pero Babcock decidió llevarlo a los tribunales. Desde entonces, explican fuentes sindicales, han proliferado los incumplimientos, hasta el punto de que han tenido que judicializar el conflicto en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo para reclamar algunos de los derechos conquistados con aquel acuerdo.
La pasada primavera se retomaron las negociaciones para renovar el convenio, pero sin frutos. La plantilla entiende ahora que Babcock, en pleno proceso de venta del negocio a Ancala Partners, propietaria del 50% de Ence Energía, «ha dilatado una situación insostenible durante estos últimos cinco años, llevándola al extremo».
Empiezan las protestas
Comenzarán las movilizaciones y no descartan que suban de intensidad, de tal manera que en diciembre podría iniciarse una huelga si no hay solución. «La solución de este conflicto pasa por que los actuales y futuros propietarios de la empresa se sienten a negociar un plan plurianual para buscar la viabilidad de la empresa y los derechos de los trabajadores», dicen.
Critican además que Babcock, al prestar servicios imprescindibles, superó la crisis del Covid que tanto impactó en el sector aeronáutico «sin apenas impacto en su actividad y facturación a clientes». El de la pandemia fue un periodo de paralización de las negociaciones en casi todos los sectores debido a la excepcional situación. Finalizado lo peor de la crisis sanitaria y con un proceso de venta por el medio, las negociaciones continúan atascadas.