Un taxi que vuela avistado en Santiago

Santiago será la única ciudad española que acoja las pruebas tecnológicas del proyecto europeo H2020 Amu-Led, que tiene como objetivo «demostrar la integración del espacio aéreo compartido de aeronaves no tripuladas con la aviación tradicional». Así lo ha explicado Jorge Seoane Brandariz, responsable de I+D de la división de sensórica y de sistemas aéreos no tripulados del Instituto Tecnolóxico de Galicia (ITG), en la presentación que sirvió de pistoletazo de salida a las pruebas. Sin embargo, durante esta jornada no se han podido realizar vuelos reales debido a las lluvias registradas en la ciudad, aunque sí se han llevado a cabo las acciones simuladas.

Por su parte, la directora de la Axencia Galega de Innovación, Patricia Argerey, ha destacado la contribución de estas pruebas al «posicionamiento de Galicia en la vanguardia de la movilidad aérea inteligente». En el ensayo se realizarán más de 30 operaciones, tanto reales como simuladas, en los 11 vertipuertos que se situarán en la Cidade da Cultura, el aeropuerto de Lavacolla, el campo de fútbol de la Universidade de Santiago y la base del helicóptero del 061 en el Hospital de Conxo.

El alcalde de Santiago, Xosé Sáchez Bugallo, ha señalado que estas «innovaciones tecnológicas son imparables» y, aunque «pueden gustar más o menos», hay que «ponerse a la vanguardia». El regidor ha recordado la presentación del coche sin conductor hace unos días en Santiago y ha señalado que «en un plazo muy corto habrá que acostumbrarse a que sea habitual ir en un ‘aerotaxi'».

Un proyecto «estratégico» para Europa

El presidente de Ineco, Sergio Vázquez Torrón, ha destacado que se trata de un proyecto colaborativo «virtuoso» para contribuir a la descarbonización del transporte que, «en el caso de los servicios de paquetería en entornos urbanos es responsable del 25% de las emisiones de CO2 y del 50% de las partículas emitidas a la atmósfera en nuestras ciudades.

Los promotores del proyecto destacan los beneficios de descongestión de las carreteras, mejoras en el transporte de personas y bienes, la reducción y flexibilidad de los tiempo de trayectos y la disminución de la contaminación y de los accidentes de tráfico.

El Ministerio de Transportes, Movilidad, Agenda Urbana (Mitma) ha definido este sector como «estratégico» para Europa y prevén un impacto económico superior a los 10.000 millones de euros al año, principalmente en el sector de los servicios, así como la creación de puestos directos que «puede llegar a generar hasta el 2035» se sitúan en los 100.000, según datos de la Comisión Europea.