La plantilla da seis meses a Alcoa para vender o echar a 300 empleados
Un 90% de los trabajadores de Alcoa en A Coruña y Avilés aprueban la última propuesta de la empresa, que da hasta julio de margen para encontrar comprador
Los trabajadores de Alcoa han respaldado con rotundidad el preacuerdo alcanzado por la dirección de la multinacional y los sindicatos la semana pasada. No es el pacto que quería la plantilla, pero finalizado el periodo de consultas del ERE, han considerado que, al menos, se gana tiempo para encontrar un inversor y se reduce el impacto de los despidos y del cierre que anunció hace tres meses la compañía.
El nuevo acuerdo, que ha sido ratificado por la plantilla de A Coruña y Avilés, permitirá mantener todos los empleos hasta el 31 de junio, dando algo más de cinco meses de margen a empresa y administraciones para encontrar un comprador que pueda mantener toda la actividad de las factorías. Y, en consecuencia, los empleos.
Respaldo masivo en ambas fábricas
En la fábrica herculina apoyaron el preacuerdo 316 trabajadores, el 90,5% de todos los que votaron. Con una participación también muy elevada, del 91% de la plantilla, el ‘sí’ fue rotundo, a pesar de que la CIG se había desmarcado del pacto al entender que no garantiza la continuidad de las plantas y obliga a negociar despidos, los que se producirán de no conseguir un inversor. También en Lugo, afectados por el plan de recolocaciones que activará la multinacional, mostraron su desacuerdo con el plan.
Pero el complejo de San Cibrao, donde Alcoa tiene una planta de aluminio en pérdidas y una de alúmina de lo más rentable, no votaban. Las otras instalaciones con ese derecho, las de Avilés, también respaldaron el preacuerdo con un porcentaje de aprobación todavía mayor que en A Coruña, el 91%.
Encontrar un comprador antes de julio
El nuevo escenario será, por el momento, muy similar al de los últimos tres meses: protestas en las calles y búsqueda de un inversor en los despachos. De hecho, el comité de empresa de A Coruña convocó el jueves una nueva concentración frente a la delegación del Gobierno para reclamar una regulación urgente de las empresas electrointensivas.
Con la aprobación del acuerdo, Alcoa también se compromete a una búsqueda activa de comprador para las plantas en un escenario un poco mejor. Por un lado, la multinacional tiene el compromiso de aportar 20 millones por planta para reactivar las cubas de electrólisis si llega el añorado inversor. Las series, que representan el mayor consumo eléctrico de las plantas, se pararán próximamente de manera que puedan ser arrancadas de nuevo.
Por otro, los seis meses ganados al calendario dan tiempo al Gobierno para poner en marcha y concretar las medidas para abaratar los costes de la energía, incluido el estatuto del consumidor electrointensivo, lo que favorecerá el interés de posibles compradores.
300 despidos en juego
Si no hay nuevo inquilino en las plantas de Alcoa, la compañía activará el resto del preacuerdo, que supone continuar con la actividad pero solamente con las fundiciones de A Coruña y Avilés y la torre de pasta de la fábrica herculina. Esto salvaría unos 205 empleos, aunque las factorías, según trasladó la compañía, seguirían perdiendo 4 millones anuales cada una. El plan de prejubilaciones, que afectaría también al complejo de Lugo, y las recolocaciones en las instalaciones lucenses, evitarían otros 150 despidos.
Aún así, la multinacional tendría que echar a unos 300 trabajadores de la actual plantilla, que entrarían en un programa de recolocación conducido por la empresa Lee Hecht Harrison y percibirían una indemnización de 60 días por año trabajado.