Un alivio para la industria gallega: recorta su factura de CO2 en 60 millones

La central térmica de As Pontes y las de ciclo combinado, así como las plantas de cogeneración gallegas se perfilan como las principales beneficiadas por la caída de casi el 20% en el precio de los derechos de emisión de CO2

As Pontes

Imagen de la antigua central térmica de As Pontes

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La industria gallega recibe un pequeño alivio en plena escalada del precio de la electricidad. El precio de los derechos de emisión de CO2 ha puesto el freno a las fuertes subidas que venía protagonizando desde el año 2020 y cae un 18% desde la invasión de Ucrania.

En concreto, estos derechos que determinadas industrias necesitan adquirir para poder operar en sus instalaciones, han pasado de rozar los 100 euros la tonelada de CO2 a reducir esta cifra hasta los 77,9 a los que despidieron la sesión del miércoles.

Este retroceso en el precio de los derechos de emisión de CO2 coincide con un momento marcado por los parones temporales que han tenido que aplicar industrias como Megasa o Ferroatlántica en las últimas semanas ante la imposibilidad de hacer rentable su producción ante una escalada de la luz que se ha acelerado desde la guerra en Ucrania.

Una factura de más de 260 millones

A los precios actuales de los derechos de emisión de CO2, las industrias gallegas deberían desembolsar unos 262 millones de euros para cubrir los 5,96 millones de toneladas que se expulsaron a lo largo del ejercicio 2020 (último dato disponible). La cifra se queda por debajo de los 325 millones de euros que se habrían abonado en el caso de renovarlos a comienzos del mes de febrero, cuando cotizaban por encima de los 97 euros la tonelada.

De estos casi 6 millones de toneladas de CO2 que la industria gallega emitió en el año del Covid-19, 2,62 millones (el 44%) fueron cubiertos con los derechos de asignación gratuitos que concede el Ministerio para la Transición Ecológica, mientras que los 3,36 millones restantes sí pasaron por caja.

Las térmicas, las más beneficiadas

Las instalaciones más beneficiadas por este respiro en el mercado de los derechos de CO2 son las centrales térmicas y de ciclo combinado. Es el caso del complejo de Endesa en As Pontes, que en 2020 emitió un millón de toneladas a través de su central de carbón y otras 49.500 a través de su central de ciclo combinado.

Naturgy, por su parte, se enfrentaría a una factura de casi 63 millones de euros con su central de ciclo combinado de Sabón (Arteixo). De ella salieron 804.205 toneladas de CO2 a lo largo de 2020, superando a las 531.266 de la térmica de Meirama en el año de su cierre.

De Finsa a Alcoa y Forestal del Atlántico

Por su parte, las plantas de cogeneración como las de Finsa en Santiago San Cibrao das Viñas expulsaron 133.800 y 64.000 toneladas, respectivamente, dejando ahora una factura cercana a los 15 millones de euros. Las emisiones conjuntas de estas dos plantas de Finsa superan a las 193.400 toneladas de dióxido de carbono que Air Liquide expulsó a la atmósfera desde su planta de Arteixo en 2020, un año para el que solo tenía derechos gratuitos para 119.118 toneladas.

Alcoa, por su parte, necesitó en 2020 acudir al mercado para cubrir las 79.871 toneladas que emitió desde su planta de San Cibrao, que ahora permanecerá durante dos años en hibernación a la espera de su retorno en el año 2024.

Industrias del Tablero, que compró derechos adicionales para emitir 94.895 toneladas de CO2 en 2020, Bioetanol Galicia (53.692 toneladas), Forestal del Atlántico (52.450 toneladas), la planta de cogeneración de Compañía Energética para el Tablero (44.090 toneladas) y la biofábrica de Ence en Pontevedra (42.097 toneladas) completan el ranking de instalaciones gallegas más beneficiadas por este descenso en la cotización del CO2.

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