TVE protege el despilfarro en productoras con una contabilidad creativa
El análisis de costes de la televisión pública, basado en gastos laborales irreales, justifica la externalización a productoras privadas mientras el canal mantiene ociosa a buena parte de su plantilla de 6.000 trabajadores
Un grupo de trabajadores de Televisión Española ha descubierto una práctica contable con la que la empresa justifica la externalización de la producción. La llaman «el dinero de Mortadelo» y es un método de cálculo heredado de los días en que el ente público contrató a Boston Consulting, la empresa que diseñó los criterios para procesar los despidos masivos entre 2006 y 2007, según han explicados los trabajadores críticos con este método de cálculo.
Según el grupo crítico, Televisión Española infla los costes laborales en su contabilidad interna para justificar el trasvase de a productoras externas. «Calculan incluso las horas que los trabadores no están dedicados a ningún programa para inflar los costes atribuibles a una producción y justificar la externalización», explica uno de los trabajadores que coordina una investigación interna que busca que la casa modifique su «sistema contable distorsionado».
Con este cálculo, si un trabajador de la empresa tiene pocas asignaciones, el coste de hora laboral es sumamente elevado. El motivo es que la empresa divide toda su masa salarial en el número de horas dedicadas a una producción.
Un técnico de iluminación que sólo trabaje un día por semana, por ejemplo, resulta –según esta especie de contabilidad creativa— un trabajador muy caro. En base a este razonamiento, la empresa puede decidir una contratación externa, a pesar de que también debe asumir el coste del técnico que, trabaje o no, seguirá cobrando su nómina a fin de mes.
Las «tasas»
El coste de producción por empleado se mide en una unidad llamada «tasa». La aplicación de unas variables difícilmente entendibles para la mayoría han dado como resultado unas tasas en las que figuran los costes por categorías de trabajador. Tras la aplicación de la contabilidad conocida como «el dinero de Mortadelo», los costes han aumentado un 30%, según un listado interno al que ha tenido acceso este diario.
La empresa asegura que mantiene el criterio sólido de no contratar a productoras externas siempre que haya recursos internos disponibles, pero esta afirmación es desmentida por muchos trabajadores que aseguran que no tienen trabajo suficiente y que buena parte de la jornada están de brazos cruzados. Casi ningún trabajador de la plantilla se queja de exceso de trabajo.
Cálculos controvertidos
La empresa niega que su sistema contable sirva para justificar las externalizaciones y asegura que sólo se utilizan para valorar el coste de sus programas. «Los costes de los recursos internos se valoran a un coste horario estándar, representativo del valor que el uso de los medios internos aportan al programa. Cualquier empresa de producción audiovisual tiene que valorar las existencias de programas mediante criterios similares», explica la cadena pública.
La cúpula de la corporación es consciente de que tiene un grave problema con la externalización: cuenta con una plantilla de 6.400 trabajadores que no tiene trabajos asignados a lo largo de su horario laboral y, aunque deba asumir mensualmente esas nóminas, la empresa externaliza producciones. Es decir, mantiene una doble estructura de costes.
Los directivos no han dado con la fórmula para solucionar el problema, ya que –aseguran— el convenio colectivo es demasiado estricto y las restricciones en las categorías profesionales disparan los costes en comparación con las retribuciones en las televisiones privadas.
Al margen de los informativos (hechos todos en la casa, según normativa) y del programa de Mariló Montero, la producción propia se ha reducido al mínimo. Todos los programas estrella del canal como Cuéntame cómo pasó (cuya productora ha sido salpicada por los papeles de Panamá), Isabel o Águila Roja son producidas por empresas externas.