Trabajo expedienta a la ONCE por el registro de jornada de sus vendedores
La resolución de la autoridad laboral da un mes a la ONCE para incorporar un registro de jornada válido que permita comprobar las horas que realizan los vendedores
La Inspección de Trabajo ha abierto un expediente a la ONCE por infracción grave al no contar con un registro de horas válido que permita comprobar la jornada de sus vendedores. La resolución de la autoridad laboral se produce después de una denuncia de CCOO, que acusa a la organización de incumplir con los descansos del personal, burlar el control horario y permitir los excesos de jornada, «anteponiendo la recaudación a los derechos laborales de sus trabajadores», dice el sindicato.
La central asegura que presentó denuncias en A Coruña y Santiago, aunque la resolución actual afecta a los vendedores de Lugo. También apunta a que es una práctica habitual pues advierte que estas prácticas de la ONCE, «incluso fomentando la venta fuera de la jornada laboral y en días de descanso«, le acarrearon sanciones en otras provincias del Estado.
Ventas mínimas de 1.900 euros
La Inspección de Trabajo considera probado que el personal vendedor de la ONCE en Lugo no realizó el registro de jornada. También certifica que la entidad no entregó a la autoridad laboral los informes de actividad de las terminales de punto de venta, lo que permitiría comprobar las horas realizadas. Los inspectores dan un plazo de un mes para que establezca un registro diario de jornada válido, objetivo y fiable con el que se puedan hacer las comprobaciones sobre la jornada laboral de los vendedores.
CCOO cree que la ONCE pretende presionar al personal con contratos temporales para que alcance las cifras mínimas de venta «aunque ya están muy por encima de lo que estipula el convenio». En el caso de Lugo, se exigen ventas semanales de más de 1.900 euros, casi el doble de lo que marca el convenio vigente (1.050).