Trabajo declara a Servicarne una “falsa cooperativa”

Golpe al proveedor de autónomos de Coren, Grupo Sada, Cogal y buena parte de las grandes del sector cárnico en España. La Dirección General de Trabajo Autónomo y Economía Social ha resuelto que Servicarne es una “falsa cooperativa”, por lo que ha incurrido en una “infracción muy grave” que conlleva la paralización de la actividad y de los órganos sociales durante dos años. La gravedad de la falta implica también su descalificación como cooperativa, según ha informado CCOO.

La resolución del Ministerio de Trabajo es el último capítulo de una ofensiva iniciada por los sindicatos contra los llamados “falsos autónomos” del sector cárnico. La cooperativa catalana Servicarne era uno de los grandes proveedores de trabajadores autónomos para los mataderos, que como miembros de la cooperativa, no formaban parte de la plantilla de las empresas, estaban fuera del convenio, pagaban de su bolsillo las cotizaciones sociales y carecían del derecho a vacaciones o finiquito que tenían el resto de sus compañeros. Eran trabajadores por cuenta propia aunque cumpliesen la función de un asalariado.

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Bajo esta fórmula, Servicarne distribuyó trabajadores a las grandes del sector cárnico en toda España. Solo en Galicia, Coren hubo de regular a unos 1.100 empleados procedentes de la cooperativa catalana que trabajaban en O Porriño (Frigolouro), Ourense y Lugo (Novagrigsa). Trabajo reclama ahora al grupo ourensano más de 25 millones por las cuotas atrasadas a la Seguridad Social de los falsos autónomos durante los últimos cuatro años y por los intereses de demora.

Servicarne, un «instrumento privilegiado de flexibilidad»

Aunque todo el caso acabará en manos de tribunales, pues las empresas afectadas ya han presentado recursos, Trabajo ha dado lo que parece un golpe definitivo a Servicarne, al emitir una resolución de descalificación, lo que supondría su baja del régimen de cooperativas. El Ministerio argumenta que, pese a que guarde apariencia de cooperativa, no funciona como tal al incumplir el derecho y los principios cooperativos establecidos en la Ley de Cooperativas.

CCOO ha recordado que las altas y las bajas en la cooperativa no eran voluntarias, sino que seguían el criterio de las empresas clientes, convirtiéndose en un instrumento privilegiado de flexibilidad para las empresas, en vez de en derechos de los socios. Además, carecía de una estructura y funcionamiento democrático, así como de ausencia de relación cooperativa entre los socios, y las condiciones son «inferiores» a las de los trabajadores por cuenta ajena  homólogos, no cumpliéndose con el requisito de ofrecer un «empleo estable y de calidad».

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Una oficina sin más servicio que el de repartir trabajadores

Según el Ministerio de Trabajo, Servicarne era un «mero intermediario de mano de obra», que carecía de los medios materiales, organizativos y productivos para llevar a cabo el objeto social. Además, indica que no era una empresa cárnica, sino una oficina que provee de trabajadores a la industria del sector, ya que no presta un servicio para la empresa cliente.

Por todo ello, Trabajo considera que los hechos probados son constitutivos de una «infracción muy grave», consistentes en la paralización o inactividad de los órganos sociales durante dos años
y que responde a las causas de disolución, según la Ley de Cooperativas, por lo que procede a su descalificación.

CCOO exige al consejo rector de Servicarne que convoque una asamblea  extraordinaria con el único punto del orden del día, consistente en la disolución y liquidación de la misma. De no hacerlo y seguir con esta trama, no descarta presentar una denuncia a la fiscalía contra los mismos por un delito contra las personas trabajadoras.