Último cartucho de los trabajadores de Santa Bárbara ante el Supremo
El antiguo comité de la Fábrica de Armas de A Coruña confía en que el Supremo atienda a sus argumentos y anule el cierre de la factoría y los 61 despidos
El próximo 19 de abril, la Sala de lo Social del Tribunal Supremo ha convocado a todos sus magistrados para debatir en pleno el recurso presentado los sindicatos UGT, CCOO, CGT, CIG, el sindicato independiente y el comité de empresa de Santa Bárbara Sistemas contra la decisión tomada en 2013 por la empresa General Dynamics de cerrar la Fábrica de Armas de A Coruña y despedir a los 61 trabajadores que no se acogieron a las bajas voluntarias del ERE que presentó.
Se trata de la segunda vez que el caso llega hasta el alto tribunal, después de que éste ordenase en 2015 a la Audiencia Nacional revisar el proceso para escuchar los argumentos de los sindicatos, a los que no se había concedido legitimidad. Ahora, tras una nueva sentencia de la Audiencia que reconoce a los sindicatos pero que vuelve a pasar por alto sus pretensiones, acuden nuevamente al Supremo para que imparta justicia, ya que las causas del expediente de cierre de la fábrica “no se sustentan”.
Las cuentas no dan
Al menos así lo cree el presidente del antiguo comité, Roberto Teijido que considera que el expediente de cierre “no era racional”. En este sentido, recuerda que General Dynamics, la matriz de Santa Bárbara Sistemas, presentó para justificarlo un avance de la cuenta de resultados de 2012 con una previsión de deudas de más de 60 millones que, tras auditar las cuentas, quedaron en apenas 11.000 euros. A esta cantidad habría que sumar los 150 millones que, segun apunta, abonó el Ministerio de Defensa en 2013 a la compañía por pagos que tenía pendientes. “Las pérdidas no eran ciertas”, resume Teijido.
Además, otro de los argumentos que espera que el Supremo tenga en consideración a la hora de tomar una decisión, es la existencia de contratos en firme hasta 2016, como los del misil Spike y el carro de combate Leopard II, o también el hecho de que en la actualidad la multinacional derive carga de trabajo a otros centros de producción al margen del grupo y que su plantilla, de forma directa o indirecta, esté compuesta por medio millar de trabajadores más que en el año 2013. “Esto viene a demostrar que el ERE estaba fuera de contexto”.
Europa en la recámara
En relación a la convocatoria del pleno de la Sala, Teijido entiende que se debe a que existen “diferentes sensibilidades” entre los magistrados, que aluden a “las características de la cuestión jurídica planteada y su trascendencia” para convocar a todos los miembros al debate.
“Tenemos la humilde esperanza de que nos puedan dar la razón”, afirma el presidente del antiguo comité. Esto supondría que la empresa se vería en la obligación de reabrir la fábrica y readmitir a los trabajadores despedidos, aunque Hércules de Armamento, la empresa que se hizo con la concesión tras el cierre de la factoría, ocupa en la actualidad parte de los terrenos.
En caso de que el Supremo falle en su contra, los trabajadores despedidos no descartan recurrir a la justicia europea. No obstante, Teijido incide en que “no pedimos que falle a nuestro favor, sino que imparta justicia, ya que las causas del expediente de cierre de la fábrica no se sustentan”.