TPG desembarca en Ferroatlántica tras sus inversiones en Uber y Airbnb
El fondo americano controla Uber, Airbnb o el Cirque du Soleil, pero ha naufragado en sus intentos de inversión en España, con la excepción del ladrillo
El fondo estadounidense TPG (Texas Pacific Group) ha encontrado en la central de Ferroatlántica en Cee-Dumbría y las diez centrales hidroeléctricas gallegas su puerta de entrada para un país en el que son más sonadas sus operaciones frustradas que sus compras.
TPG, fundado por David Bonderman, James Coulter y William S. Price y con una cartera de activos valorada en más de 30.000 millones de euros, cuenta con los dedos de las manos las inversiones que ha realizado en España en sus tres décadas de andadura y, además, ninguna de ellas se ciñe al sector industrial.
Aterrizaje frustrado en Iberia
El nombre del fondo comenzó a hacerse conocido en España en el año 2007. Fue entonces cuando protagonizó una ofensiva en alianza con British Airways para adquirir Iberia. Su oferta fue rechazada por los accionistas de la empresa española por el bajo precio propuesto y ante este varapalo British Airways decidió emprender la ofensiva en solitario. Solo dos años después, el grupo británico logró sellar su fusión con Iberia, creando la actual IAG (International Airlines Group).
Tras fracasar en su intento de hacerse con Iberia, TPG se alejó del mercado español durante más de un lustro. Pero en 2013 su nombre volvía a emerger con fuerza al postularse como candidato para comprar el Valencia Club de Fútbol, cuyo futuro se veía amenazado por su abultada deuda. Su oferta finalmente acabó siendo desechada y el club, reciente ganador de la Copa del Rey, acabó en manos del magnate asiático Peter Lim.
Idilio con el ladrillo
Al margen de estas operaciones frustradas, el fondo sí ha encontrado una puerta de entrada al mercado español de la mano del ladrillo. TPG llegó a controlar en su día el 51% de Servihabitat (la sociedad inmobiliaria de CaixaBank). El fondo compró esta participación a la entidad bancaria por 98 millones de euros en 2013 y se la vendió cinco años después por 176,5 millones de euros.
Tras desprenderse de Servihabitat con unas jugosas plusvalías, TPG planea su regreso al ladrillo español de la mano de Témpore. Se trata de la socimi impulsada por la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructación Bancaria) que tiene el foco en la vivienda de alquiler y que la Sareb ha puesto a la venta. La propia Sareb comunicó el inicio de negociaciones con el fondo estadounidense, que se posiciona como claro favorito para tomar el control de esta sociedad de la que penden 2.249 activos inmobiliarios en toda España.
Del Cirque du Soleil a Airbnb pasando por Uber
Sin delegación propia en España, en donde opera en alianza con Ithaka-PTG (la encargada de gestionar Ferroatlántica), el fondo centra buena parte de su cartera de inversiones en el continente americano.
TPG ha participado en rondas de inversión de algunas de las startup que más han revolucionado el mercado en los últimos años. Es el caso de Uber. David Bonderman, uno de los fundadores del fondo, llegó a ser consejero (hasta su cese por comentarios sexistas) y uno de los accionistas de referencia de Uber en sus comienzos tras financiar parte de la ronda de inversión de 258 millones de dólares que puso en marcha en 2013 para impulsar un plan de crecimiento que ha llevado a la compañía a estar presente en medio mundo y a plantar cara al monopolio del sector del taxi. Tan solo un año después, en 2014, decidió hacer lo propio con otra incipiente startup: la plataforma de alquiler vacacional Airbnb, que cada vez planta más cara al sector hotelero. El volumen de la inversión ascendió en este caso a los 450 millones de euros.
Continental Airlines, la cadena de hamburgueserías Burguer King, el fabricante de motos Ducati, los antivirus de McAfee, el fabricante de ordenadores Lenovo o el Cirque du Soleil son otras de las empresas más destacadas que cuentan con TPG como uno de sus accionistas de referencia. Una lista que a partir de ahora tendrá también acento gallego previo pago de 170 millones de euros.