Tesla desembarca en Santiago y Lugo en su apuesta por el vehículo eléctrico
La Casona de Labrada y el hotel Quinta da Auga son los únicos puntos en Galicia donde la firma californiana cuenta con cargadores para sus vehículos
El coche eléctrico va cogiendo impulso poco a poco. De momento, Galicia cuenta con menos de un centenar de estos vehículos en su parque móvil, cuya principal limitación frente a los turismos convencionales es la menor autonomía y la escasez de puntos de recarga. Pero el gigante californiano Tesla ha decidido apostar por España y a finales de año espera contar ya con una red conformada por 100 puntos de recarga. De momento en la comunidad gallega solo tiene dos.
La compañía diferencia dos tipos: los supercargadores y los cargadores en destino. Estos últimos son los que están instalados en Galicia, concretamente en dos establecimientos hosteleros, como son la Casona de Labrada en la localidad lucense de A Paradela, y el hotel A Quinta da Auga en Santiago de Compostela. Estos dispositivos (validos para vehículos eléctricos con conexión Tipo II) permiten recargar 100 kilómetros de autonomía por hora, por lo que lo ideal es dejarlos enchufados toda la noche para una carga completa.
Más servicio
El hecho de que los emplazamientos de los primeros cargadores de Tesla en Galicia sean hoteles, responde a la estrategia de la firma capitaneada por Elon Musk de extender su red a través de locales de hostelería, ya que suelen ser paradas habituales de sus clientes. De hecho, su expansión no está tanto pensada para el cliente español, sino más bien para el turista europeo que viaja por España con su Tesla.
Fuera de Galicia, el Palacio de Canedo en Ponferrada es el establecimiento más próximo que dispone de cargador. Pero para encontrar un supercargador, que proporcionan hasta 270 kilómetros de autonomía en tan solo 30 minutos, hay que ir hasta Burgos para encontrar el más cercano. No obstante, eso es algo que pretende cambiar Tesla este mismo año con la instalación de nuevos supercargadores en las carreteras del norte –en principio ninguno en la comunidad–, de tal manera que se pueda completar el viaje entre Galicia y Madrid con una única parada de 30 minutos para reponer «combustible».
