Talgo amarra un contrato de 1.400 millones mientras Galicia espera por los trenes Avril
La constructora recibe el mayor pedido de la historia por parte de la operadora ferroviaria alemana Deutsche Bahn para construir 56 trenes de alta velocidad
Talgo recibe el mayor pedido de la historia. La operadora ferroviaria alemana Deutsche Bahn ha realizado un segundo encargo de 56 trenes por un valor aproximado de 1.400 millones como parte del contrato marco firmado en 2019 entre ambas compañías para fabricación de hasta 100 trenes.
Con este segundo encargo, Talgo incrementa hasta 79 las unidades a fabricar para la compañía. En el primer pedido supuso la construcción de 23 trenes Talgo 230 autopropulsados para una velocidad máxima de 230 km/h
Los nuevos trenes, bajo el modelo Talgo 230, serán operados por Deutsche Bahn en toda Alemania bajo la marca comercial ICE, que designa los servicios de larga distancia y alta velocidad.
La ejecución del proyecto comenzará una vez que se acuerde la estructura de financiación, según ha explicado Talgo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El volumen total del segundo pedido también incluirá una solicitud de cambio (change request) que afecta al diseño y añadidos.
Trenes Avril
Entre tanto Galicia y Andalucía continúan esperando por los nuevos trenes de alta velocidad del modelo S/106, conocidos como Avril que la compañía tiene pendiente de entrega a Renfe.
A mediados de marzo el secretario de Estado de Transportes, David Lucas, apuntó que «a partir del mes de abril» se podrá dar «una fecha» en relación con cuándo podrán estar «disponibles», es decir, en «funcionamiento».
A finales de 2021 tuvo lugar la inauguración oficial de la infraestructura AVE, aunque por el momento solo se puede ir en alta velocidad hasta Ourense. Para completar el recorrido son necesarios los trenes de ancho viable, como los Avril. El retraso en la entrega impide por el momento completar el trayecto entre Madrid y Galicia.
La demora en la entrega de los Avril generó fuertes tensiones entre el fabricante y Renfe, que llegó a exigirle 116 millones de compensación.