Suspenso rotundo de los fabricantes de coches al puerto de Vigo
Los daños en la carga y descarga de vehículos, el mal estado de las zonas de depósito o la lentitud de los trámites aduaneros, entre los principales problemas
Desde la marcha de Maerks a Marín, al puerto de Vigo le cuesta levantar cabeza. La caída en el tráfico de mercancías y la fuga de operadores empieza a ser preocupante. Por si los problemas para la autoridad portuaria que preside Enrique López Veiga fuesen pocos, un reciente informe de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) le deja en muy mal lugar en materia logística.
El documento, en el que los distintos operadores del sector de la automoción valoran los principales puertos del país en función de sus características, sitúa a la terminal viguesa de Bouzas –desde donde parten todos los vehículos que produce el grupo PSA– en el penúltimo puesto, sólo por delante del puerto de Málaga.
El dato es especialmente preocupante si se tiene en cuenta el hecho de que Vigo es el cuarto puerto por volumen de España en tráfico de vehículos, con más de 400.000 unidades transportadas (Santander, con un volumen similar, ocupa la primera posición). El informe de Anfac otorga a la terminal viguesa 3,7 puntos sobre 5, que si bien no es un suspenso global, sí que destaca muchos puntos a mejorar.
Debilidades
El primero de ellos, y más acuciante, es la falta de conexión ferroviaria. Aunque el propio documento aclara que algunos vehículos llegan en tren hasta O Porriño, desde donde son transportados a la dársena de Bouzas en camiones lanzadera, los fabricantes inciden en la importancia de esta infraestructura, ya que de ella depende la mejora de la logística y el mayor aprovechamiento de la autopista del Mar de Vigo/Nantes.
Otro punto flaco es el porcentaje de daños en vehículos en el proceso de carga y descarga y también en las zonas de depósito. En este aspecto, en el que juegan un papel fundamental cuestiones como el modo y la velocidad de conducción o la preparación de los vehículos, el puerto vigués obtiene la peor nota de todos: 3,5 puntos.
Por último, la lentitud de los trámites administrativos es otra de las máculas que encuentran los fabricantes de coches en la gestión logística del puerto vigués, aunque en este apartado la valoración no dista demasiado del resto de competidores.
Fortalezas
Pero no todo son malas noticias. El puerto de Vigo, en opinión de los profesionales del sector, goza de unos «excelentes accesos por carretera». Además, destacan la «agilidad» en el interior de las instalaciones y la asignación de zonas de depósito, aunque recomiendan «impulsar un mayor mantenimiento» de las mismas.
Otro factor en el que sale bien parado es su flexibilidad en la operativa, adaptándose a las necesidades de la marca, así como en la ausencia de incidencias en el puerto ajenas a la manipulación, como pueden ser la contaminación industrial, las incidencias atmosféricas o la suciedad por aves.