La renovación en la dirección de las empresas y organismos públicos puesta en marcha por Pedro Sánchez tras el éxito de su moción de censura ha mirado hacia el sur. Al menos en el caso de Navantia. Los astilleros públicos tienen una nueva presidenta, Susana Sarriá, procedente de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno andaluz, para la que trabajaba en la dirección del Centro Operativo Regional de Prevención y Extinción de Incendios. La Sepi, dueña de los astilleros públicos, está presidida por el que fuera interventor general de la Junta, Vicente Fernández. Y la Sepi depende del Ministerio de Hacienda, con María Jesús Montero, la exconsejera de Hacienda de Díaz, al frente.
Fue la semana del nombramiento de Susana Sarriá cuando la presidenta andaluza lanzó un mensaje a la dirección de Navantia, que ahora parece cobrar un inesperado peso a tenor de la cadena de mandos afines a su Gobierno. El pasado miércoles, el astillero de Puerto Real (Cádiz) entregaba el petrolero Monte Urbasa para el Grupo Ibaizábal y Susana Díaz aprovechó para demandar más carga de trabajo. Entre las reivindicaciones de la presidenta estuvo el quinto petrolero para la compañía vasca, un encargo que la anterior dirección de los astilleros descartaba al considerar que no era un programa rentable.
Navantia descartó el petrolero por no ser rentable
Las palabras de Díaz, dos días antes del nombramiento de Susana Sarriá, sorprendieron a los trabajadores, relataba La Voz de Cádiz. Navantia se comprometió con Ibaizábal a realizar cuatro buques Suezmax con opción a otros dos, pero la anterior dirección de los astilleros los había descartado por la falta de rentabilidad. La empresa tenía la opción de acudir a los astilleros coreanos, que rebajaban mucho el coste, y para Navantia no tenía sentido competir a esos precios.
Pilar Platero, expresidenta de Sepi, intervino en abril en el Congreso durante la comisión de Presupuestos. Hizo un discurso optimista, por momentos entusiasta, sobre el futuro de Navantia, asegurando que en Ferrol habría trabajo asegurado para una década en base a las corbetas de Arabia Saudí y el programa de fragatas de Defensa. Pero también dejo una frase lapidaria: “Trabajar a pérdidas es lo que nos ha conducido a esta situación. Navantia no volverá a trabajar a pérdidas”, dijo. Así que, asunto zanjado para el quinto petrolero de Puerto Real.
Lo que pide Susana Díaz al Gobierno
Zanjado hasta que habló Susana Díaz, que aprovechó el cambio de dirección y de Gobierno para volver a reclamarlo. Sería una carga de trabajo muy bien recibida en Cádiz, pues el astillero se quedará sin cartera la próxima primavera, una vez se entregue el cuarto petrolero. Alargar el programa permitiría ganar tiempo hasta la puesta en marcha de los encargos de Defensa, pues si bien las F-110 irían para Ferrol, Cádiz aguarda un BAM y un ferry para transporte de tropas.
Pero si Navantia cede a la presión conllevará que la compañía vuelva a construir a pérdidas, cuando ha necesitado una inyección de 140 millones este año para evitar entrar en causa de disolución tras cerrar ejercicio con números rojos por valor de casi 300 millones.