Ortega, Jove, Froiz… Los empresarios que triunfaron sin carrera ni máster
Amancio Ortega comenzó en la camisería 'Gala'; los Jove, en la carpintería de su padre; y Jesús Lence, dueño de Leche Río, todavía se define como un ganadero
Dicen que los jóvenes de hoy en día son la generación mejor preparada, al menos en lo que a formación se refiere. No es raro encontrarse personas con más de una titulación y varios másters en su haber, esos de los que tanto se habla últimamente por el caso de Cristina Cifuentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, hay quien piensa que la titulitis no garantiza un futuro de éxito, y menos en un país donde las tasas de paro son todavía elevadas y la cultura del emprendimiento aún no está demasiado arraigada. Se estila más lo de ser funcionario, y para eso los títulos dan puntos.
Eso es ahora, porque antes las cosas eran bien distintas. En Galicia existe un nutrido grupo de empresarios, la mayoría ya jubiliados o apartados de sus funciones, que han levantado de la nada sus compañías gracias a su tesón y a los conocimientos que les daba la experiencia. Son muchos los nombres propios que responden a este perfil de personas hechas a sí mismas que no necesitan de un título o un máster para demostrar lo que valen.
Ejemplos de renombre
El caso más paradigmático es el de Amancio Ortega, que acaba de cumplir 82 años y que pasó de trabajar en la camisería Gala de A Coruña a crear, junto con su primera esposa, Rosalía Mera, el gigante Inditex, referente de la moda y de la logística a nivel mundial.
Su amigo y antiguo socio, Luis Fernández Somoza, es otro de los empresarios hechos a sí mismos. Ya no está al frente de Azkar, la empresa de transportes que fundó y que en 2012 vendió al grupo alemán Dascher, pero sí de Subel, la sociedad con la que canaliza sus inversiones, algo parecido a lo que hace Amancio Ortega con Pontegadea.
E invirtiendo siguen Manuel y Ángel Jove, que comenzaron su andadura laboral en el taller de carpintería de su padre. Ahora manejan sendos grupos hoteleros y otras empresas vinculadas al sector de la construcción a través de sus grupos, Inveravante y Anjoca, respectivamente. Manuel Jove, aficionado al arte, tiene una de las mejores colecciones de Galicia, que puede visitarse en la Fundación María José Jove.
Los hermanos Jove iniciaron su andadura profesional en el taller de carpintería de su padre
En esta selecta nómina también se encuentra Jesús Lence, quien se define más como ganadero que como empresario, a pesar de liderar el Leite Río, el primer grupo lácteo de capital gallego. Otro nombre propio es el de Magín Alfredo Froiz, responsable de una de las tres grandes firmas de supermercados de Galicia, que comenzó a trabajar en el taller de persianas de sus abuelos. Y la lista podría continuar.
En todos ellos se encuentran elementos comunes como la audacia y la visión para dar con las oportunidades que brinda el mercado, aspectos que, si bien se pueden moldear en los centros de enseñanza, van en los genes del emprendedor.