Siemens Gamesa vive un ‘boom’ de contratos tras abandonar Galicia
La fabricante de generadores se dispara un 7% en bolsa tras firmar un contrato con RWE para un parque marino en el Mar del Norte, y otro con Repsol que abastecerá a parques españole
El fabricante de aerogeneradores Siemens Gamesa, que echó el cerrojo a la planta coruñesa de As Somozas, se dispara un 7% en bolsa tras firmar contratos de suministro con Repsol y la compañía energética alemana RWE. El acuerdo con esta última contempla la venta de aerogeneradores para un parque eólico marino de 1.400 megavatios (MW), ubicado a 195 kilómetros de la costa noreste de Reino Unido, según ha informado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La firma de este contrato y el firmado ayer martes con Repsol para suministrar 24 aerogeneradores para cuatro de sus parques eólicos en España han sido los impulsores de esta subida. A las 14:00 horas, las acciones de Siemens Gamesa ganaban un 6,81%, la mayor subida del Ibex 35 y la tercera de la Bolsa española, y se situaban en 33,41 euros. El fabricante de aerogeneradores avanzó ayer un 5,78% y esta semana acumula una subida del 14,97%. En el conjunto de marzo gana un 8,47% y en lo que va de año se revaloriza un 0,97%.
El parque eólico marino, que contará con las palas más largas del mundo fundidas en una sola pieza (108 metros de largo) y con tamaño muy superior a las fabricadas en As Somozas, lleva por nombre ‘Sofía’ y se instalará en aguas del Mar del Norte. A 195 kilómetros de la costa noreste de Reino Unido, el complejo contará con 100 aerogeneradores de 14 MW cada uno producidos por Gamesa, con la turbina SG 14-222DD, el aerogenerador marino más potente de la compañía.
La potencia de esta turbina, con una altura total de 252 metros, puede llegar hasta los 15 MW gracias a la función de aumento de potencia y su primer prototipo se instalará en Osterild, en Dinamarca, este año. Las palas que utiliza superan, de manera individual, las dimensiones de la Estatua de la Libertad de Nueva York, y multiplican por seis el tamaño de las palas del primer parque eólico del mundo, Vindeby, instalado en Dinamarca en 1991.