Las tensiones entre Trump y China pasan factura a Sandra Ortega

La sicav de Sandra Ortega, la mayor entre las fortunas gallegas, reduce patrimonio y pone sus inversiones a la defensiva

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Arranque de año difícil para Soandres, la sicav de la mujer más rica de España, Sandra Ortega, y la mayor entre las grandes fortunas gallegas. El brazo inversor que gestiona JP Morgan redujo su patrimonio en cinco millones durante el primer trimestre del año, algo que no sucedía hace mucho tiempo a no ser por las diminuciones generadas por retiradas de capital. Pero por la evolución del mercado, JP Morgan casi siempre había obtenido buenos resultados.

En el arranque de 2018 no, debido a una caída generalizada en los mercados de renta variable a comienzos de febrero y a un comportamiento negativo de la renta fija y del dólar estadounidense, una de las plazas de cabecera de Sandra Ortega. La heredera de Rosalía Mera mueve 292,4 millones a través de Soandres, con una política conservadora. El 42,7% del dinero está en renta fija y liquidez, un 26% en variable y un 31% en inversiones alternativas, a priori, las de mayor riesgo.

La guerra comercial

Las dificultades en el comienzo del año se deben casi siempre a Estados Unidos y a Donald Trump. En febrero por los efectos de la reforma fiscal en las empresas, que estuvieron revisando sus estimaciones para el presente ejercicio. Pero también por la aceleración salarial en EEUU que infundió temor a los mercados por ser demasiado abrupta y provocar una subida de tipos que la economía no pudiera soportar.

Al final, el crecimiento salarial fue más “gradual”, dice JP Morgan, de lo que se esperaba (2.6% interanual). Pero cuando todo parecía volver a la calma, Trump volvió a sacudir las acciones con su particular guerra comercial. El anuncio de aranceles a las importaciones de acero y a los productos chinos, seguido de la respuesta del gigante asiático con gravar las importaciones norteamericanas, castigaron los mercados.

Inversiones más seguras

El capital de Sandra Ortega buscó refugio. En el arranque del año invirtió en un ETF de energía (petróleo) y vendió el 1% en dos de sus fondos para apostar por uno de los llamados long/short value. Invierten contra la acción y a favor en activos tradicionalmente estables, lo que otorga mucha seguridad.

El dinero de la hija de Amancio Ortega siguió el mismo camino en febrero, reduciendo la renta variable europea e incrementando en “posiciones en algunos de los fondos más defensivos y que proveían mayor diversificación”. Se trata de sectores maduros, como eléctricas o alimentarias, apostando a una revalorización.

Petróleo, sanidad y Asia

Hasta en cinco ocasiones a lo largo del trimestre, Soandres cambió posiciones a fondos más defensivos, con menos riesgo. Eso incluye la apuesta por el sector sanitario del periodo, a través del fondo Janus Global Healthcare, que “ofrecía un componente defensivo que complementa muy bien al resto de renta variable del fondo, y disminuye el riesgo macro al que estábamos expuestos”, insiste JP Morgan.

En este repliegue de filas, los fondos que más aportaron a la rentabilidad de la sicav (-1,63% en el periodo) fueron Magna New Frontiers, que se dedica a invertir en empresas sólidas de países emergentes cuando hay un cambio regulatorio previsiblemente favorable a la economía; y BlackRock Asian Dragon, con una cartera concentrada en activos de Asia excluyendo a Japón.

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