“Si no se reforman los estatutos, la patronal debería finiquitarse”
Fegein considera que la asamblea prevista para este jueves es la última oportunidad para “democratizar” la Confederación de Empresarios de Galicia
Superado ya el primer año completo sin presidente y tras tres mandatos inacabados, la Confederación de Empresarios de Galicia afronta este jueves la reforma de sus estatutos, un cambio en profundidad de las reglas internas y de representatividad de la patronal gallega, que sobrevive tutelada por una junta de vicepresidentes y bajo una fuerte tensión.
Algunos empresarios ven en la cita del jueves la última oportunidad para reflotar la institución, que ha sufrido un fuerte deterioro en su imagen por las diputas internas y las dificultades económicas. De esta opinión es la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), quien advierte que “si no sale adelante la reforma estatutaria, lo mejor es comenzar a finiquitar la Confederación de Empresarios de Galicia”.
El presidente de Fegein, Benito Iglesias, defiende que el cambio de estatutos servirá para “democratizar” y “modernizar” la organización, que debe ser la “casa común de todos los empresarios”, pero que aqueja problemas de equilibrio, tanto en lo económico como en materia de representatividad.
Además de algunas medidas regeneradoras, como la incompatibilidad de cargos o la limitación de mandatos, la reforma plantea dotar de más peso a las sectoriales en los órganos de gobierno de la patronal. A priori, las provinciales de Pontevedra y Ourense respaldarán la propuesta, pero queda la incógnita de si lo harán también en A Coruña y Lugo. Para Iglesias, que es miembro del comité ejecutivo y de la junta directiva de la Confederación de Empresarios de Ourense, sería un “error fatal” echar abajo un documento en el que “hemos trabajado todos”.
La patronal es «inviable» económicamente
“A título personal, me parece imprescindible reformular la actual Confederación de Empresarios de Galicia. Mi planteamiento es tener cuatro confederaciones provinciales sólidas acompañadas de unas sectoriales ágiles y competitivas, mientras que la CEG debería tener una estructura adelgazada en personal y medios, pero que responda como portavoz común de todos”, explica.
“Para ello harían falta muy pocas alforjas económicas y estructurales, contribuyendo así a disminuir una organización que a día de hoy es inviable económicamente, se diga o no”, insiste.
Iglesias también reprocha las tensiones que están generando “antiguos cargos” de la patronal, que, a su juicio, continúan estancados en la guerra interna de los últimos años. “Todas las empresas son importantes y lo que nos demandan es unidad de acción y defensa férrea de los intereses económicos y laborales, única y exclusivamente”, matiza.