Showa Denko, el proyecto estrella para los Next Generation que emerge sobre las cenizas de Alu Ibérica
La compañía japonesa, cuyo proyecto para una factoría de grafito para vehículos eléctricos fue presentado por Alfonso Rueda a la ministra Calviño, aún no tiene definida su ubicación pero ha alegado el plan de liquidación de la antigua Alcoa en A Coruña para rebajar su precio
Hace menos de dos semanas que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se reunió con la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, con el objetivo de abordar las expectativas gallegas a respecto de los Next Generation. El mandatario autonómico solicitó a la socialista el compromiso del Gobierno central para que tres proyectos consiguiesen fondos europeos: el de fábrica de Stellantis en Vigo, la planta de fibras textiles de Altri en Palas de Rei y la factoría de ánodos de grafito de la energética japonesa Showa Denko en A Coruña. El futuro de esta última parece ahora entrelazarse con las cenizas de la antigua Alcoa en A Coruña, cuyos activos saldrán a subasta dentro del plan de liquidación aprobado por el juzgado.
En la reunión con Calviño, Rueda volvió a poner en el foco mediático un proyecto del que poco se sabía desde el pasado febrero. En aquella altura Alberto Núñez Feijóo aún tenía las riendas de la Xunta de Galicia y fue a visitar la fábrica de Showa Denko Carbón ubicada en el polígono coruñés de Agrela, justo al lado de las instalaciones de Alu Ibérica, paralizadas desde hace casi un año. En el marco de ese encuentro, la firma anunció que estaba estudiando instalar en la comarca coruñesa una fábrica de grafito para baterías de coches eléctricos. De salir adelante, contaría con un presupuesto astronómico: una inversión inicial de 100 millones de euros que podrían llegar a los 400 para un nuevo activo de unos 200.000 metros cuadrados.
Sin ubicación, de momento
Sin embargo, Showa Denko indicó entonces que aún estaba desarrollando un plan de viabilidad y buscando una ubicación para la planta. A día de hoy, y a pesar de que Rueda promocionó el proyecto frente a Calviño, fuentes de la compañía indican que la localización no está cerrada. El gigante japonés tiene requisitos: necesitan un espacio que tenga conexión al puerto de A Coruña, que esté en zona de suelo industrial y que pueda tener acceso a una fuente de energía renovable. Antes de su ascenso a la política estatal, Feijóo se comprometió de forma pública a facilitar la tramitación de una planta eólica que surta de energía verde al futuro activo. Indicó entonces que la idea es que la compañía, una hiperconsumidra eléctrica, pueda disponer de un contrato a largo plazo, una PPA, con la que reduzca su factura.
No obstante, y aunque desde la firma aseguran que, de momento, no hay ubicación definida, las miradas se posan sobre los activos de Alu Ibérica. Los terrenos están contiguos a su planta de A Coruña y, además, en fase de liquidación, tras caer la compañía en concurso. Aunque ya existían voces empresariales que desde hacía meses apuntaban a esta posibilidad, este martes, un auto judicial evidenció que, cuanto menos, Showa Denko tiene interés en los activos de la antigua aluminera.
Alegaciones al plan de liquidación
Tal y como trascendió este martes, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña ha acordado aprobar el plan de liquidación de los bienes y derechos de la masa activa del concurso voluntario de Alu Ibérica en los términos presentados por la administración concursal, si bien introduciendo alguna precisión. El auto, al que ha tenido acceso Economía Digital Galicia, especifica que cuatro entidades presentaron alegaciones al plan inicial: el Ministerio de Industria, los sindicatos CCOO y CIG y la propia Showa Denko.
De entre las alegaciones de Showa, la más reveladora es la que tiene que ver con la solicitud de una rebaja del precio mínimo de venta de los activos alumineros, de 75 millones de euros, algo que también habría hecho tanto el ministerio como CCOO. “En esencia, lo que se alega es la falta de motivación de la imposición de un precio mínimo de 75 millones de euros y la desproporción del mismo con los intereses de los acreedores reconocidos, que no suman más de 40 millones de pasivo”, explica la jueza en el auto.
Las pretensiones de la compañía, no obstante, no salieron adelante en este punto. “Esta alegación no puede prosperar en el modo en el que se formula. El precio mínimo fijado por la administración concursal ya es muy bajo en relación con en valor de los bienes y derechos que se integran en la unidad productiva, pues suponen respecto del valor que se ha otorgado a esta y que no ha sido contradicho tan solo el 30,06%”, expone el auto, que recuerda que los bienes de la unidad productiva están tasados en unos 250 millones de euros.
Otra de las alegaciones de Showa también tiene que ver con el hecho de que, en el proceso de adjudicación, se beneficien las ofertas que asuman un compromiso de generación de empleo o que garanticen la continuidad de una actividad industrial.
Solo un interesado
Habrá que ver si, finalmente, la compañía asiática acude a la subasta por los activos de Alu Ibérica en A Coruña y si hay más interesados. A finales de mayo, CCOO indicaba que el precio que el administrador concursal proponía para la factoría era demasiado alto, teniendo en cuenta el volumen de las deudas que dejó Grupo Industrial Riesgo, el último dueño de los activos, investigado por la Audiencia Nacional por presunta descapitalización fraudulenta. La antigua planta de Alcoa en Avilés, en contraposición, estaría tasada en unos 40 millones.
Mientras que la factoría asturiana ha despertado el interés de distintos grupos industriales, la coruñesa ha estado alejada, al menos hasta el momento, de pretendientes. En los últimos meses la administración autonómica se puso en contacto con más de medio ciento de empresas nacionales e internacionales que podrían ser potenciales interesados en el activo. Sin embargo, hace ya unas semanas que de esa cantidad solo quedaba en pie un interesado, del que no trascendió el nombre…