Shein trata de ‘conquistar’ el mercado americano con un centro logístico en Indiana
El nuevo almacén de Whitestown inyectaría a la economía local unos 176 millones al año y crearía en tres años más de 2.400 puestos de trabajo
El gigante de la moda ultra low cost chino, Shein, continúa su carrera por conquistar el mercado americano y mejorar su imagen. Los de Chris Xu publicaron el pasado 15 de septiembre los resultados de un estudio que destaca que el nuevo almacén de la compañía en Whitestown (Indiana) generaría en la economía local unos 175 millones de dólares al año –unos 176 millones de euros–, una vez que esté en pleno rendimiento, además de más de 1.000 nuevos puestos de trabajo a finales de 2022 y más de 1.400 en 2025.
El estudio ha sido desarrollado por el economista de la Escuela de Negocios Kelley de la Universidad de Indiana, Kyle Anderson. En él se destaca que la expansión de las instalaciones de indiana contribuiría a “un valor económico agregado” estimado en 230 millones por año para 2025.
El mercado americano se ha convertido en una importante plaza en el mundo de la moda. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la menor pujanza del mercado chino o la inflación ha provocado que muchas compañías proyecten en el continente americano sus planes de expansión y crecimiento.
Ejemplo de ello lo encontramos en Inditex, que consolida Estados Unidos como su segundo mercado tras Europa, superando a Asia en casi un punto. El peso de las ventas del mercado americano ha crecido tres puntos este año para la multinacional con Sede en Arteixo, llegando a superar el 20%.
Estados Unidos se ha erigido como el principal mercado de Shein que, de hecho, ha explorado dar el salto a la bolsa de Nueva York. Además del almacén de Indiana la compañía tiene previsto abrir antes de que finalice el 2023 otros dos centros de distribución en Estados Unidos.
Mejorar su imagen
Si por algo se caracteriza Shein es por la escasez de la información corporativa. Los datos sobre sus cifras, por ejemplo, son especialmente poco transparentes al no ser una cotizada. Según Bloomberg, Shein habría cerrado el ejercicio 2021 con unas ventas de 16.000 millones de dólares, unos 15.245 millones de euros al cambio, frente a los 10.000 millones que se le atribuyeron el año del estallido de la pandemia. Habría crecido un notabilísimo 60%, pero muy lejos del crecimiento sin precedentes que alcanzó en 2020, cuando se estimó que su facturación se habría disparado un 250%.
Otra de las asignaturas pendientes de Shein está relacionada con la sostenibilidad y los derechos laborales. Desde la marca low cost también han insistido en que su logística y almacenes apuestan por protocolos de residuos cero con «sistemas automatizados que optimizan el flujo de trabajo y reducen la energía y las emisiones de carbono».
Sin embargo, este compromiso con el entorno ha sido puesto en tela de juicio por colectivos ambientalistas y en defensa de los derechos laborales que, en alguna ocasión, han incidido en la falta de transparencia de sus políticas, como denunció Reuters el pasado año.
Las críticas por las políticas ambientales y laborales son, según los analistas, algunas de las causas que vendrían a justificar la caída de 30.000 millones de dólares (unos 29.350 millones de euros) en su valoración desde el mes de abril. Según avanzó Bloomberg el pasado mes de julio, los inversores buscaban vender participaciones evaluando descuentos de hasta el 30% respecto a la valoración de 100.000 millones de dólares (unos 98.000 millones de euros) que la firma alcanzó en abril, en el contexto de una ronda de financiación.