Seis de cada diez autónomos gallegos piden prestaciones por cese de actividad
Las mutuas gestionaron el año pasado un total de 123.243 prestaciones de cese de actividad entre los 209.000 autónomos gallegos
Un camarero protege su establecimiento a la hora del cierre por las medidas ordenadas por la pandemia de Covid-19, en Santiago de Compostela, en una imagen de archivo. Europa Press
La crisis desatada por el Covid-19 asesta un golpe a los autónomos gallegos. Así lo revelan los últimos datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), que ponen de manifiesto que las entidades colaboradoras con la Seguridad Social tuvieron que gestionar 123.243 prestaciones extraordinarias a lo largo de 2020 tanto por cese de actividad como reducción de ingresos de trabajadores por cuenta propia.
De esta forma, casi un 59% de los cerca de 209.000 autónomos con los que Galicia al inicio de 2020 tuvieron que recurrir a estas herramientas, que movilizaron ayudas por importe de 288,5 millones de euros después de que 116.337 de las 123.243 solicitudes de prestación fuesen favorables y las 6.906 restantes, desfavorables.
El volumen de instrumentos de este tipo movilizado entre los autónomos gallegos representan el 5,7% del conjunto estatal, en donde las 19 mutuas colaboradoras con la Seguridad Social tramitaron 2,15 millones de solicitudes de prestación por cese de actividad de autónomos desde el 14 de marzo, fecha en la que comenzó el primer estado de alarma.
«Abono puntual de las prestaciones»
El 92,36% de esos expedientes obtuvo un reconocimiento favorable, concretamente 1.989.009, y se canalizaron así 4.932 millones de euros entre los trabajadores por cuenta propia.
El sector de las mutuas advierte que se trata de «unas cifras abrumadoras» y asegura que “el abono puntual de estas prestaciones ha sido posible gracias a la profesionalidad y a la extraordinaria labor de los profesionales de las mutuas, que asumieron esta responsabilidad y la llevaron a cabo con la máxima eficacia, optimizando la organización, los procesos y los recursos tecnológicos, aplicando técnicas de gestión de la esfera privada», han concluido desde AMAT.
