SAS da por quebrada a Spanair
El nuevo presidente de la aerolínea escandinava quiere que el mercado empiece a asumir la bancarrota de la compañía catalana para proteger a sus títulos del castigo de los accionistas. Spanair podría estar perdiendo un millón de euros al día
Los antiguos propietarios de Spanair, la aerolínea SAS (Scandinavian Airlines Systems), dan por segura la bancarrota de la compañía catalana y se están cubriendo las espaldas ante los mercados. El nuevo presidente de SAS, Rick Gustafson, ha iniciado una ronda de contactos con analistas para preparar a sus accionistas e inversores ante la caída de Spanair. Los escandinavos quieren proteger a su acción ante la proximidad de los acontecimientos.
En un encuentro con inversores celebrado este martes, Gustafson aseguró que SAS contempla todos los escenarios posibles respecto a su antigua filial. Entre ellos, el más probable, según sus pronósticos, es que Spanair no pague los 200 millones que aún les adeuda por la caída de la aerolínea catalana.
Gustafson no esperó a las preguntas de los analistas que acudieron a la presentación de los resultados del primer trimestre de SAS -redujo pérdidas el 48% hasta los 41 millones- y proactivamente decidió explicar cuál sería el impacto máximo que Spanair ocasionaría en su resultado. La implosión de la aerolínea catalana generaría un daño mínimo gracias al down writting que se hizo de ese riesgo, según explicó a los analistas.
Hombre prevenido
Gracias a esta operación contable, la exposición de SAS a Spanair quedaría limitada a entre 22 y 33 millones de euros (entre 200 y 300 millones de coronas suecas). “Si tal evento llegará a ocurrir -explicó el presidente de SAS para tranquilizar a los analistas- nuestra seguridad financiera garantizaría que alcanzaríamos los objetivos de este año con un buen margen”.
Como en su participada -SAS posee el 11% de Spanair-, los números no acompañan a la empresa escandinava. Tras romperse las negociaciones de venta con Lufthansa y el anuncio del abandono ordenado del gobierno escandinavo del accionariado de SAS, la aerolínea norteuropea depende de sí misma para garantizar su futuro.
En este entorno, su nuevo máximo responsable no quiere sustos bursátiles. Según fuentes del sector, Gustafson está poniendo la venda antes que la herida respecto a su participación industrial en Spanair. Los escandinavos se sientan en el consejo de administración de la catalana y como conocedores de primera mano de la situación estarían tomando medidas de contención en todos los ámbitos, siendo el financiero el principal dolor de cabeza a paliar.
Un millón al día
Las preocupaciones de Gustafson se fundamentan en una cifra: un millón de euros diarios. Este es el ritmo al que crecerían las pérdidas de Spanair. Según estimaciones calculadas en el sector y enviadas al Gobierno catalán, la aerolínea presidida por Ferrán Soriano habría perdido en el primer trimestre del año, con el combustible más barato que ahora, entre 50 y 70 millones.
Por otro lado, el coste por asiento-kilómetro ofertado sería de los más altos de la industria con una proyección de 0,6 euros, prácticamente duplicando la media. Spanair estaría pagando también el combustible mucho más caro que sus competidores ante la imposibilidad de contratar coberturas con los bancos que ayuden a amortiguar la factura de queroseno. Spanair habría contratado a 105 dólares por barril sus compromisos de combustible, según las estimaciones a las que ha tenido acceso Economía Digital.