Santiago emerge como capital gallega de la biotecnología
La presencia de empresas, facultades y centros tecnológicos y de investigación de primer orden hace que sea el lugar idóneo para promover el desarrollo del sector
La Universidad ha sido en los últimos años el caldo de cultivo ideal para la creación de pequeñas empresas de corte biotecnológico. Aprovechando este tirón, la Xunta quiere hacer de Galicia «un polo estratégico de atracción de inversiones y de talento», y Santiago tiene cada vez más papeletas para ser su capital.
De facultades como la de Medicina o la de Biología de la universidad santiaguesa (USC) y de las fundaciones hospitalarias han salido firmas como Galchimia, Nanogap, Celtalga, Dart o AMS Lab, que ya comienzan a hacerse un nombre y a situar a Galicia entre las primeras comunidades de España en cuanto a empresas biotecnológicas.
Sin salir de casa
Muchas de estas entidades, a pesar de haberse ‘emancipado’, mantienen sus sedes y centros de trabajo en la ciudad o en poblaciones limítrofes. El entorno es ideal, ya que cuentan con centros de académicos, tecnológicos y de investigación de primer nivel, así como asociaciones y clústers como Bioga o Campus Vida.
Este último, por ejemplo, integra la participación de la universidad, el sistema sanitario gallego y 18 socios públicos y privados, se sitúa como el bioclúster más importante y dinámico del noroeste y aspira a convertirse en uno de los 100 mejores campus del mundo.
Estrategia autonómica
Precisamente, ese reconocimiento internacional es uno de los aspectos que persigue la estrategia de la Xunta 2016-2020 para impulsar la biotecnología como «uno de los motores de la locomotora gallega de la próxima década». Con una inversión de 198 millones de euros, el Ejecutivo autonómico aspira a crear 30 nuevas empresas, elevar la facturación conjunta por encima de los 300 millones de euros –un 20% más que ahora– y aumentar el empleo un 25%.
La apuesta por el sector, apuntan desde la Xunta, tendrá un efecto transversal, ya que favorecerá al descubrimiento de fármacos, de productos y procesos para el sector lácteo, de recursos marinos y pesqueros, abordará el envejecimiento activo y promoverá la implantación de la medicina personalizada, entre otras muchas innovaciones.
Promoción local
De una manera discreta, Santiago va tomando posiciones para convertirse en la capital biotecnológica de Galicia. A finales del pasado mes de mayo, se celebró en la ciudad el BioSpeed Dating 2016, un encuentro de networking en el que participaron treinta y dos agentes de los sectores biotecnológico y agroalimentario, impulsado por el Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida de Galicia (Bioga).
Desde el ayuntamiento compostelano también se mueven en este sentido. Desde el pasado mes de septiembre, empresarios del polígono del Tambre, la USC y el Concello trabajan para revitalizar el polígono con la prestación de suelo industrial a iniciativas de nuevo cuño en sectores como la madera y el aluminio, la biotecnología y las ciencias de la salud y las TIC’s.
Alternativas
No obstante, el hecho de que Santiago albergue un polo tecnológico, no significa que toda la actividad se vaya a centrar allí. De hecho, esta misma semana, el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, abogaba por convertir Vigo en una referencia mundial de la ‘biotecnología azul’, aquella que, a partir de los recursos del mar y la acuicultura, permite desarrollar productos y aplicaciones de interés industrial, para sectores como el sanitario, la depuración, la cosmética, la agricultura o los biomateriales.
A Coruña también cuenta con capacidad para ser un referente en el sector, como demuestra la existencia de empresas como Nasas Biotech, AllGenetics, Sedaqua o Qubiotech.