Sandra Ortega, una casera ante el Covid: más oficinas que hoteles

Sandra Ortega engordó en 2019 su cartera de edificios con oficinas en Europa mientras pincha en su negocio hotelero en Estados Unidos

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Buena parte de la fortuna de Sandra Ortega, la hija de Amancio Ortega y Rosalía Mera, pivota sobre los dividendos que recibe por su participación de un 5% en Inditex. Sin embargo, sus inversiones, gestionadas a través de Rosp Corunna, también se posan en el mundo de la biotecnología, con Pharma Mar, y en el ladrillo. Con apuestas que van desde la hotelera Room Mate, de la que posee un 30%, hasta su proyecto de un resort de lujo en la península da Troia, en Portugal, no es de extrañar que, en estos momentos, la empresaria coruñesa analice con lupa el desarrollo de la pandemia del Covid-19. Las cuentas de su filial inmobiliaria, Ferrado, exponen una tendencia inversora que acomete ya desde hace años y que, viendo el impacto de virus en el sector turístico, puede revelarse como un salvavidas. En el sector del ladrillo, Ortega redobla su apuesta por el segmento de las oficinas frente a los activos hoteleros.

Con unos activos de 761 millones de euros, las adicciones de Ferrado en 2019 se resumen en dos grandes edificios de oficinas en Alemania y en Austria. Según la memoria del ejercicio, el mayo del año pasado, la sociedad formalizó un préstamo hipotecario de 30 millones de euros con la alemana DZ HYP para hacerse con un edificio situado en Eschborn, Alemania. Un inmueble que presenta un valor neto contable de 58,6 millones de euros. Dos meses después, en julio, formalizó otro préstamo personal con Santander Private Banking, también por otros 30 millones de euros, para adquirir otro edificio de oficinas en Viena, Austria, que, en este caso, presenta un valor de 57,8 millones de euros.

Edificios de oficinas, una apuesta de todo el clan Ortega

Estas compras hicieron que Ferrado cerrase el ejercicio contabilizando unas inversiones en el segmento de oficinas de 263 millones de euros frente a los 146 millones de 2018. Las inversiones en el sector hotelero se mantuvieron en 20,4 millones de euros. Hay que tener en cuenta que la participación en Room Mate, la cadena de Kike Sarasola, no cuelga de esta filial , sino de Rosp Corunna Participaciones Empresariales, el brazo desde el que pilota sus inversiones financieras.

Esta apuesta no es exclusiva de Sandra Ortega. Su padre, Amancio Ortega, lleva años centrándose en la adquisición de edificios de oficinas a través de Pontegadea, teniendo como clientes a gigantes como Facebook, Amazon o Apple (además de la propia Inditex).

Flexibilización en los alquileres

En 2019, los ingresos derivados de «rentas procedentes de inversiones inmobiliarias ascendieron a casi 13 millones de euros, frente a los 6,1 millones de 2018″.

Como casera en tiempos de Covid, en su memoria del ejercicio, Ferrado expone que «ha establecido medidas de flexibilización en el cobro de alquileres«. En relación a este aspecto, «se han establecido mecanismos de seguimiento con el objetivo de monitorizar la evolución de las operaciones y minimizar cualquier impacto negativo».

Pérdidas en el negocio americano

Las cuentas revelan también que Sandra Ortega sigue pinchando en el ladrillo americano. Ya en 2018, la empresaria constituyó Ferrado Properties Inc, una sociedad cartera que aglutina todas las filiales que se corresponden con sus hoteles e inmuebles repartidos por la geografía norteamericana. Destacan sociedades centradas en el negocio de los hoteles Crafters en ubicaciones como Los Angeles, Palo Alto o Hollywood. Las cuentas dicen que el negocio americano lleva años en números rojos y que el 2019 no fue una excepción. Ferrado Properties, filial con un valor en libros de 329 millones, cerró el pasado año con unas pérdidas de 26,4 millones de euros.

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