Sandra Ortega rompe con la herencia hotelera de su exnúmero dos pero sigue atada a Room Mate
Sandra Ortega ha sellado la venta del cuatro estrellas The Standard Spa tras haber roto dos de sus tres alianzas clave de su negocio hotelero en Estados Unidos
Giro de 180 grados para Sandra Ortega con sus inversiones hoteleras en Estados Unidos. La primogénita de Sandra Ortega ha sellado la venta de su hotel The Standard Spa, de cuatro estrellas, al fundador de Starwood, el neoyorkino Barry Sternlicht, por un importe aproximado de 55 millones de euros.
Se trata del último movimiento de Sandra Ortega para reordenar los siete activos hoteleros que heredó de su madre, Rosalía Mera. La cofundadora de Inditex desembarcó en el mercado estadounidense en la década de los 2000 con la adquisición de dos torres de oficinas y siete hoteles. De ellos, tres eran gestionados por Standard Hotels, el grupo de Andre Balazs, dos por Vincci y los dos restantes de Room Mate.
De esta triple alianza tan solo queda en pie la última. En concreto, la cadena hotelera presidida por Kike Sarasola y participada al 31% por Sandra Ortega (que busca comprador para sus acciones), gestiona los hoteles Waldorf Towers y el Room Mate Grace. El primero está ubicado en Miami (Florida), mientras que el segundo se encuentra junto a la neoyorkina plaza de Times Square y formó parte del poker de compras de Rosalía Mera a Andre Balasz.
La sombra de Standard
Rosalía Mera selló en su momento la compra de cuatro establecimientos al fundador de Standard Hotels. Bajo estos acuerdos, con la excepción del Room Mate Grace, la cofundadora de Inditex se hacía con la propiedad de los inmuebles mientras la gestión recaía en la cadena estadounidense.
Uno de los inmuebles bajo la batuta de Standard Hotels era en un inicio el recién vendido The Standard Spa. A ellos se sumaban el Standard West Hollywood y el Standard Los Angeles Downtown. El primero, en el que Ferrado (sociedad con la que Sandra Ortega aglutina sus activos en ladrillo), ejercía como intermediario entre Standard (operadora del hotel) y su ahora dueño Rittersbacher Sunset, permanece cerrado desde enero.
La retasación del inmueble y la consiguiente subida en el precio del alquiler no pudo ser asumida por Standard, que también mantiene cerrado, según constata la prensa local estadounidense, el Standard Downtown LA, de 207 habitaciones, que permanece cerrado y sin visos para su reapertura.
Alianza con Barceló
Además, Sandra Ortega ha aprovechado un 2020 marcado por el golpe de timón con el ceses de su número dos, José Leyte, y ha encontrado nuevo inquilino para uno de sus dos antiguos hoteles que había dejado en manos de la cadena Vincci. En concreto, el grupo español Barceló anunció el pasado mes de noviembre un acuerdo para gestionar el antiguo Garden Court, hotel boutique de 62 habitaciones de lujo. Tras unos trabajos de renovación del inmueble, la cadena española ha rebautizado a este hotel ubicado en Palo Alto (California) como Prado.
Sandra Ortega ha encontrado así nuevo arrendatario para uno de los dos hoteles que en su día dejó en manos de Vincci. El otro, el Vincci Avalon, situado en el corazón de Manhattan, fue vendido por Rosalía Mera en 2012, siete años después de haber sellado su compra.
Números rojos millonarios
Con estos últimos movimientos, Sandra Ortega reordena su negocio hotelero en Estados Unidos tras provocarle nuevas pérdidas millonarias en 2020. En concreto, su filial Ferrado Properties Inc, que aglutina sus activos inmobiliarios en Norteamérica, cerró el ejercicio fiscal 2020 con unas pérdidas de 128,3 millones de euros.
Ferrado Properties Inc arrastró a Rosp Corunna, hólding de Sandra Ortega, que dio la vuelta a su cuenta de resultados en 2020 al pasar de cosechar unos beneficios de 109 millones en 2019 a cerrar 2020 con unos números rojos por valor de 91 millones de euros.