Sandra Ortega rescata su inmobiliaria en quiebra con 500 millones (y vuelve a ganar dinero)
Ferrado Inmuebles cerró el ejercicio 2021 con unos beneficios de más de 54 millones frente a las históricas pérdidas de 128 millones del año de la pandemia. Su patrimonio neto se disparó de los 16 a los 583 millones
El pasado año fue el ejercicio en el que Sandra Ortega, la segunda fortuna de España, dio un vuelco a sus inversiones. Inició una ofensiva judicial contra quien fue su histórico número dos, José Leyte, inició su divorcio de Room Mate, la hotelera de Kike Sarasola de la que aún retiene un 31%, y puso en orden la cuenta de resultados de Rosp Corunna, su holding, así como sus principales sociedades, como Ferrado Inmuebles. Ambas habían finalizado el ejercicio de la pandemia con históricos números rojos.
Las cuentas de las dos sociedades presentadas ante el Registro Mercantil dejan claro que las pérdidas ya son cosa del pasado. El grupo consolidado de Rosp Corunna, que retiene la participación de un 5% en Inditex, logró un beneficio de 241 millones de euros frente al negativo de 91 millones de euros anotado en 2020. El patrimonio neto consolidado del holding también se estiró desde los 5.313 a los 5.887 millones de euros.
Al margen del hachazo que Inditex asestó a sus dividendos al accionista en 2020, el gran agujero negro de Rosp el año de la pandemia radicaba en su inmobiliaria, Ferrado, que aglutina la mayor parte de sus inversiones en el ladrillo. Entonces cerró el ejercicio con unas pérdidas de 128 millones de euros y en situación de quiebra técnica ya que el patrimonio neto de la sociedad era inferior a la mitad de su capital social. En las cuentas anuales de aquel ejercicio, los administradores calmaban las aguas indicando que la cabecera del grupo ya había confirmado que prestaría a la filial “el apoyo financiero y patrimonial que resultase necesario”. Y así ha sido.
Salir de números rojos e incrementar patrimonio
Ferrado Inmuebles también logró enderezar su balance de un plumazo. La memoria de la sociedad, consultada por Economía Digital Galicia, indica que acabó el año con un resultado positivo de 54,2 millones de euros frente a las contundentes pérdidas de 128 millones de doce meses antes. El resultado de explotación, el propio de la actividad del grupo, fue de 48,5 millones y los activos se elevaron desde los 553 a los 645 millones.
El balance de Ferrado también revela que, para enderezar sus números, Rosp Corunna acometió un millonario rescate que derivó en que el patrimonio neto de la sociedad se disparase el pasado año de 16,4 a 583 millones de euros. Lo explican los administradores de la compañía: a finales de 2020, Ferrado tenía una deuda de 281 millones de euros con la cabecera del grupo patrimonial de Ortega Mera. Ese crédito se incrementó hasta los 503 millones de euros durante el pasado año y, luego, fue compensado con una ampliación de capital.
Para compensar esos créditos, Ferrado llevó a cabo una ampliación de capital que supuso la emisión de 150.000 participaciones de 100 euros de valor nominal cada una de ellas y una prima de asunción de 496 millones.
Ferrado mejora resultados y amplía patrimonio mientras que, por contra, ve cómo su cifra de negocio se reduce de los 54 a los 12,5 millones de euros. El retroceso se debe, fundamentalmente, a que en 2020 se anotó unas plusvalías por una venta de 35,8 millones de euros. Los ingresos por ventas también se minoraron, de 15,4 a 9,2 millones, debido «al menor número de inmuebles para el alquiler«.
El resurgir del negocio americano
Las sociedades de Sandra Ortega sufrieron tal cambio el pasado año que incluso su negocio americano, con diferencia el más deficitario, volvió al negro tras una reestructuración que conllevó cierres, ventas y cambios de socios en los últimos años. Ferrado Properties, la sociedad que aglutina su negocio hotelero en EEUU, pasó de declarar unos números rojos de 137 millones de euros a unos beneficios de 18,5 millones.
No obstante, hay que destacar que Rosp Corunna no consolidó este ejercicio el resultado de algunas de sus sociedades americanas, en concreto las aglutinadas bajo la cabecera The Hotelcrafters. La auditora, Deloitte, indica que, de esta forma, no se puede concluir el impacto que sus resultados habrían tenido en las cuentas finales del grupo.