Sandra Ortega repatria sus antiguas sicavs a la sede del grupo en A Coruña
La hija de Amancio Ortega traslada el domicilio de Soandres y Breixo, las dos sociedades de inversión que se llevó por delante la reforma normativa contra las 'mariachis', a la sede de Rosp Corunna en María Pita
La nueva vida de las antiguas sicavs que Sandra Ortega heredó de su madre, Rosalía Mera, empieza en A Coruña. La mujer más acaudalada de España ha trasladado sus sociedades de inversión Soandres y Breixo a la sede del grupo Rosp Corunna, en la plaza de María Pita. Allí inician su nueva andadura tras la transformación en sociedades de responsabilidad limitada, un movimiento que coincidió con el cambio normativo que eliminaba las ventajas fiscales de las sicavs si no se justificaba un mínimo de 100 accionistas con 2.500 euros invertidos cada uno. La ofensiva contra los llamados mariachis, accionistas sin una inversión real pero que permitían cumplir los requisitos de exención fiscal, provocó una oleada de bajas en este tipo de sociedades.
En el combate cayó Soandres, hasta entonces una de las mayores sicavs de España, con un patrimonio de 255,4 millones a cierre de 2021, justo antes de su transformación en SL. Breixo de Inversiones también fue una antigua sicav, pero en 2009 se transformó en una sociedad de inversión libre. Sandra Ortega decidió también transformarla este año en una sociedad de responsabilidad limitada al no cumplir los requisitos para mantener la tributación. Contaba con un patrimonio de 216 millones a cierre de 2021.
En un movimiento lógico, la hija de Amancio Ortega ha trasladado las dos sociedades desde Madrid a la sede de Rosp Corunna en la ciudad herculina, un reflejo de la nueva etapa tras el largo periodo de gestión de JP Morgan como instituciones de inversión colectiva.
Un balón de oxígeno durante el Covid
Tanto Soandres como Breixo estuvieron entre las sociedades más rentables de la accionista de Inditex, un auténtico refugio durante la tormenta provocada por el Covid, que hizo estragos en el negocio hotelero del grupo, al que se sumó el conflicto con Room Mate y con el antiguo número 2 de la compañía, José Leyte.
Soandres cerró 2021 con una ganancia neta de 15 millones, mientras que Breixo logró un resultado positivo de 17,2 millones. Un año antes, cuando estalló la crisis sanitaria, la primera logró 15,3 millones de beneficio y la sociedad de inversión libre alcanzó los 22,5 millones en ganancias. Fue el mismo ejercicio en el que el holding de Sandra Ortega perdió 91 millones.