Sandra Ortega reabre sus hoteles de EEUU en plena paralización de su resort en Portugal
La gestora americana de Barceló anuncia en su página web que pasará a hacerse cargo del Waldorf Towers Hotel, uno de los establecimientos de Rosp Corunna anteriormente gestionado por Room Mate
Sandra Ortega, la segunda fortuna de España, trata de reconducir sus inversiones hoteleras, durante años, su gran agujero negro en los negocios frente a los jugosos dividendos que le reporta su participación de un 5% en el capital de Inditex. Lo cierto es que, a expensas de saber en qué acabará la guerra judicial que mantiene con su exmano derecha, José Leyte, y que pivota sobre su antigua participación en Room Mate, la hija de Amancio Ortega y Rosalía Mera está revirtiendo los números rojos de su inmobiliaria, aunque no sin sobresaltos.
La evolución se advierte en los resultados de la filial de Rosp Corunna, la patrimonial de Sandra Ortega, que aglutina la mayor parte de su inversión en activos hoteleros. Ferrado Inmuebles cerró el ejercicio de la pandemia con unos números rojos de 128 millones de euros, para finalizar el ejercicio 2021, último del que hay datos publicados ante el Registro Mercantil, con 54,2 millones de euros de beneficio neto. Es cierto que la empresaria se ha visto obligada a rescatar su filial con unas inyecciones que sobrepasan los 500 millones, pero también lo es que ha logrado difuminar las pérdidas.
Incluso en territorio norteamericano, donde su filial Ferrado Properties pasó de declarar unos números rojos de 137 millones de euros a unos beneficios de 18,5 millones. Allí Rosp Corunna está dando un vuelco en toda regla a sus inversiones de la mano de Crestline, la gestora estadounidense de Barceló.
De Room Mate a Barceló
El pasado año, Rosp Corunna, socia, financiadora y arrendataria de Room Mate hasta el concurso de acreedores que la dejó en manos del fondo Angelo Gordon, inició un proceso de desahucio frente a la compañía por los hoteles que le tenía alquilados en Estados Unidos debido a los impagos acumulados. Los de Kike Sarasola explotaban un establecimiento en Barcelona así como otro en Nueva York y un tercero en Miami.
Ese movimiento propició otro. A principios de año, el consejero delegado de Barceló, Raúl González, indicó que las relaciones con Rosp eran buenas y que estaban negociando para poder pasar ellos a explotar esos tres establecimientos, si bien no aportó datos sobre el inicio de este procedimiento.
Waldorf Towers
No obstante, la operación parece ya muy avanzada. Aunque no hay manifestaciones al respecto por parte ni de Barceló ni de Rosp, la gestora americana de la hotelera mallorquina busca ya personal en su página web para el Waldorf Towers, icónico hotel de estilo Art Decó en Miami y, hasta el pasado año, en manos de Room Mate.
“Crestline Hotels & Resorts se complace en hacerse cargo del Waldorf Towers Hotel. Ubicado en el corazón de Miami Beach en el distrito Art Deco, este hotel frente a la playa está emocionado de reabrir pronto”, apunta en su página web, en la que ofrece ofertas de trabajo para este establecimiento.
Además, tal y como publicó Economía Digital Galicia, medios americanos especializados en información hotelera aseguran que Crestline también reabrirá este año otro establecimiento, cuya propiedad identifican con Ferrado. Se trata de otro emblemático establecimiento de Los Ángeles, que hasta finales de 2021 era operado por la cadena The Standard.
La gestora americana de Barceló también explota otro hotel propiedad de Sandra Ortega desde finales de 2021, cuando la compañía anunció que pasaba a asumir un hotel de Ferrado ubicado en Palo Alto, California, el Prado Hotel.
Revés en Portugal
Cara y cruz, mientras Ortega Mera semeja despejar el futuro de sus hoteles en Estados Unidos, la empresaria encaja un revés en Portugal. La pasada semana, un tribunal suspendió la licencia del resort de lujo que promueve en Tróia al aceptar la medida cautelar solicitada por la plataforma ecologista Dunas Livres.
La plataforma, integrada por distintos colectivos ambientalistas, asegura que el resort que promueve Ortega Mera a través de la sociedad Ferrado na Comporta provocará “impactos muy significativos sobre los sistemas ecológicos, además de riesgos costeros, presión sobre recursos hídricos, suelos y paisaje”. Con esta medida, la licencia de construcción se mantiene en suspenso de forma temporal.
El proyecto Na Praia lleva años desarrollándose. Las obras, según los medios lusos, habrían comenzado a finales de 2021 en una zona que cuatro años antes Rosp Corunna compró a Sonae Capital por unos 50 millones de euros. La previsión es que el resort cuente con un hotel de cinco estrellas, tres núcleos turísticos e instalaciones deportivas y de ocio. A finales de 2019, el Gobierno luso aprobó conceder al proyecto una serie de beneficios fiscales debido a la inversión prevista: más de 160 millones de euros y la creación de 318 puestos de trabajo para finales de 2023.
Las críticas de los grupos ecologistas no sólo se centran en el proyecto de Ortega Mera, sino que cargan contra la proliferación de proyectos turísticos en esa península. Grandes grupos como Pestana, Amorim Luxury o Coporgest también proyectan grandes emprendimientos en una zona que ya se ha dado en llamar la nueva Ibiza.