Sandra Ortega fracasa en los mercados donde Amancio Ortega triunfa
El último año de José Leyte como cabeza visible de Rosp Corunna, el holding de Sandra Ortega sufrió el impacto del Covid en sus inversiones en el ladrillo, especialmente en EEUU, una de las grandes plazas de Pontegadea. La filial Ferrado Inmuebles acabó en causa de disolución
Cara y cruz en los negocios de la familia Ortega el año de la pandemia. Aunque el fundador de Zara vio cómo las cuentas de su family office notaban el hachazo en los dividendos de Inditex, Pontegadea se mantuvo a flote gracias, en buena medida, a sus solventes inversiones en el terreno inmobiliario. El resultado neto de la patrimonial cayó un 62%, pero arrojó un beneficio de 666 millones de euros. No le ocurrió lo mismo a su primogénita. Su vehículo de inversión, Rosp Corunna, cerró el 2020 con pérdidas de 91 millones de euros frente a las ganancias de más de 117 millones de 2019.
Inmersa ahora en una batalla judicial con quien fue su número dos hasta el año pasado, José Leyte — quien pilotó Rosp Corunna desde su fundación a manos de Rosalía Mera–, Sandra Ortega notó la merma de ingresos derivados de su participación de un 5% en Inditex. Ahí reside la gran caída en la cifra de negocios del grupo. Pero, además, y al contrario que en el caso de su progenitor, encajó un duro golpe del Covid en sus inversiones inmobiliarias, especialmente en los mercados más fuertes de Pontegadea, como es el caso de Estados Unidos.
Parálisis de actividad y retrasos en proyectos
En su memoria consolidada remitida al Registro Mercantil, Rosp Corunna explica que el grupo se vio “sensiblemente afectado por la evolución negativa del mercado inmobiliario en el ejercicio 2020 debido, principalmente, al fuerte impacto que ha generado la pandemia del Covid”. “El grupo y sus sociedades participadas que desarrollan su actividad en el sector inmobiliario y/o hotelero han tenido que hacer frente a la renegociación de algunos de sus arrendamientos con terceros, han concedido periodos de carencia a determinados inquilinos, han paralizado sus actividades hoteleras y han sufrido retrasos en la evolución de algunos de sus proyectos que se encontraban en fase de desarrollo”, explican los administradores del holding de la empresaria coruñesa, la mujer más rica de España según Forbes.
El Covid también menguó el valor de las propiedades de Sandra Ortega. Lo hicieron en un 18%, ya que a finales de 2019 el grupo tasaba sus inmuebles en unos 576,6 millones de euros, frente a los 468,7 millones de finales del año pasado (hay que tener en cuenta que Rosp también acometeió desinversiones el pasado año).
La inmensa cartera de inmuebles de Pontegadea también se devaluó, aunque, porcentualmente –con grandes edificios de oficinas con clientes premium— el retroceso fue menor. En 2019, su cartera inmobiliaria había alcanzado una tasación récord: 15.163 millones de euros. Tras la pandemia, se redujo un 7% hasta los 14.075 millones de euros (si se elimina el efecto divisa, el retroceso se queda en un 5%).
Causa de disolución en Ferrado Inmuebles
La sociedad que aglutina la gran parte de las inversiones inmobiliarias de Ortega Mera es Ferrado Inmuebles, que cuelga del holding Rosp Corunna. En este caso, en plena pandemia y gracias a las mayores rentas percibidas por alquileres y a que vendió dos inmuebles en Alemania por algo más de 35 millones, la cifra de negoció se incrementó de 15,6 a 54,4 millones de euros. Sin embargo, el resultado del ejercicio para esta filial fue de unos rotundos números rojos de 128 millones de euros frente a las pérdidas de 4,5 millones registradas un año antes.
Explican los administradores de la compañía que el patrimonio neto de la sociedad es inferior a la mitad de su capital social a finales de 2020, lo que la situaría en causa de disolución si no fuese por el salvavidas del grupo y los mecanismos legales habilitados por la excepcionalidad del Covid. “En el caso de que esta situación permaneciese un ejercicio social, de acuerdo con lo establecido en la Ley de Sociedades de Capital, la sociedad debería disolverse, a no ser que se aumente o se reduzca en la medida suficiente su capital social y siempre que no sea procedente solicitar la declaración de concurso”, apuntan, para indicar que, en todo caso, “la sociedad dominante del grupo”, en la que se integra Ferrado, “ha confirmado a la misma su compromiso de prestar el apoyo financiero y patrimonial que resulte necesario”. Al margen, recuerda la compañía que el Real Decreto-ley 16/2020 de 28 de abril de medidas para hacer frente al Covid establecía que, a efectos de determinar la concurrencia de la causa de disolución prevista en la Ley de Sociedades de Capital, «no se tomarán en consideración las pérdidas del ejercicio 2020», por verse especialmente afectadas por la situación pandémica.
El agujero de Estados Unidos
El dato de Ferrado de Inmuebles viene a confirmar que a Sandra Ortega las inversiones en el ladrillo se le atragantaron especialmente el año del coronavirus. Una de las causas estaría en una cartera más expuesta a las inversiones hoteleras que la de Amancio Ortega con Pontegadea. A falta de conocer sus números exactos, las cifras adelantadas por el holding indican que la primera fortuna de España logró capear la pandemia en el terreno inmobiliario. El año pasado, los ingresos procedentes del ladrillo ascendieron a 613 millones de euros, frente a los 621 contabilizados en 2019. Es decir, tan solo cayeron un 1,2%.
El primer accionista de Inditex sostiene su imperio del ladrillo gracias a inversiones estratégicas en grandes edificios de oficinas con clientes de primer nivel y en tres mercados fundamentales: Estados Unidos, Reino Unido y España. A finales de 2019, la filial de Pontegadea en EEUU presentaba un valor en libros de 3.173 millones, más que las sociedades inmobiliarias de España y Reino Unido.
Por contra, el mercado estadounidense se ha convertido en un quebradero de cabeza para Rosp Corunna desde hace años. Una situación que parece haber estallado el ejercicio del Covid. Constituido en 2018, varios de los activos hoteleros de la empresaria se encuentran aglutinados bajo el paraguas de Ferrado Properties Inc. La sociedad registró unas pérdidas en 2020 de 128,3 millones de euros, que se suman a un resultado negativo de ejercicios anteriores de 97,9 millones. La sociedad americana aporta, básicamente, todo el grueso de las pérdidas de Ferrado Inmuebles el pasado año.
Otras filiales en pérdidas
También acabó el ejercicio en pérdidas Ferrado Nacomporta, con la que desarrolla un enclave turístico de lujo en Portugal. En 2020, año en el que grupo de Sandra Ortega elevó su porcentaje de participación en la sociedad a un 95%, la misma registró unos números rojos de 328.440 euros.
Con sede en Luxemburgo, otras de la participadas de Ferrado es 30 AGVH 1, de la que posee el 45% y con la que, según público eldiario pilotaría sus inversiones en el proyecto de un nuevo hotel Bvlgari en París. Esta participada cerró el ejercicio con números rojos de 7,9 millones, que se suman a los 28 millones de pérdidas de años anteriores.
La publicación de las cuentas de Rosp Corunna se conoce en el tiempo no solo mientras Ortega libra una batalla judicial con su antiguo número dos, al que acusa de apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental (los desencuentros derivarían de las inversiones en la hotelera Room Mate, de cuyo capital la empresaria busca ahora escapar). Los números rojos de la segunda fortuna de España se hacen públicos cuando acaba de acometer una reducción de capital de 56 millones de euros.