Sandra Ortega: ‘casera’ de Room Mate en hoteles con números rojos
Además de poseer un 31% de Room Mate, Sandra Ortega es casera de la propia cadena hotelera, con unas rentas anuales superiores a los 5 millones de euros
Con el coronavirus castigando con fuerza al sector hotelero, Sandra Ortega, la mujer más rica de España según Forbes, sopesa dar un vuelco a sus inversiones, empezando por la salida de Room Mate, la cadena del mediático Kike Sarasola, de la que posee un 31%. Sin embargo, esa ruptura no es sencilla: los vínculos de Rosp Corunna, su holding inversor, con la compañía hotelera no se circunscriben únicamente a un paquete accionarial.
El grupo de la directiva coruñesa ha sido, junto con la banca, uno de los grandes financiadores de la expansión de Room Mate (le concedió un crédito participativo de 19,4 millones en 2018 y otro más de seis millones en 2019). Pero, además, la heredera de los negocios de Rosalía Mera es casera de Sarasola, ya que tiene hasta tres hoteles alquilados a Room Mate: uno en Barcelona y dos en Estados Unidos.
De esos tres activos, al menos dos, los establecimientos estadounidenses, cerraron el 2019, último año del que hay datos presentados ante el Registro Mercantil, en números rojos. Las filiales con las que Room Mate pilota el hotel Grace, en Nueva York, y el Waldorf, en Miami, estaban ya en pérdidas antes incluso de la irrupción de la pandemia.
Más de cinco millones de euros en alquileres
Las memoria de actividades de Room Mate revela que el año anterior a la aparición del coronavirus, la cadena declaró un gasto en arrendamientos operativos (alquileres) de 32,6 millones de euros. De esta cantidad total, una sexta parte (algo más de cinco millones de euros) deriva de los activos que la compañía tiene alquilados a Ferrado, la división inmobiliaria de Sandra Ortega que también cuelga de Rosp Corunna. La cifra de negocio de Room Mate y sus sociedades dependientes roza los 100 millones de euros.
Si bien no se sabe con exactitud cuál es la renta individual que Ortega percibe por el alquiler de sus hoteles a Room Mate, son los hoteles estadounidenses los que le generan más ingresos.
En las últimas cuentas anuales de Ferrado Inmuebles, los administradores de la sociedad desde la que Sandra Ortega pilota sus inversiones propias en el ladrillo, destacan que que la misma percibe unas rentas anuales de más de 600.000 euros por el hotel de Barcelona.
Números rojos en Nueva York y Miami
En cuanto a los hoteles americanos alquilados a Room Mate, su situación ya era comprometida antes del Covid. Los administradores de la firma hotelera reconocen en su memoria de 2019 que el Grace, el ubicado en Nueva York, es uno de los hoteles de la cadena “cuyos resultados penalizaron la cuenta de resultados del grupo”. El año precedente a la pandemia, la compañía hotelera ya evidenciaba que “el exceso de oferta” en la ciudad de los rascacielos había “ralentizado el desempeño del hotel”.
Lo cierto es que la memoria consolidada de ese ejercicio se expone que tanto el Grace como el Waldorf, ubicado en Miami, alquilados a Ferrado, cerraron el ejercicio en números rojos. El primero registró pérdidas de 836.000 euros, mientras que las del segundo fueron de 88.000. El año antes, las pérdidas del activo en Nueva York fueron de 312.000 euros, frente al ajustado beneficio de 37.000 euros que firmó el de Miami.
El quebradero de los hoteles americanos
Pero si a Room Mate se le atragantan los hoteles americanos, a Sandra Ortega no le va mucho mejor. La empresaria cuenta con distintos activos hoteleros en suelo americano que aglutina bajo el paraguas de la sociedad Ferrado Properties, que cerró el año 2019 con unos números rojos de 26,4 millones de euros.
Al menos uno de los hoteles propiedad de la cartera de Sandra Ortega en Hollywood no tendría en estos momentos actividad después de que que la cadena que lo explotaba, Standard, dejase de hacerlo el pasado enero. Los gestores del hotel indicaron recientemente en redes sociales que el cierre se produjo debido a la imposibilidad de poder hacer frente a una subida del precio del alquiler.