Sandra Ortega acelera su inversión en Portugal entre la polémica por la masificación de la ‘nueva Ibiza’
La mujer más rica de España construye su resort de lujo luso mientras que la Cámara de Grândola aborda, entre disputa política, el debate sobre el boom urbanístico en la zona
A pesar de su intención de abandonar Room Mate y de haber cerrado el año de la pandemia con su división inmobiliaria en situación de quiebra técnica, Rosp Corunna, el holding inversor de Sandra Ortega, mantiene su apuesta hotelera. Su principal desarrollo en este momento está en Portugal, en la península de Troia. Allí, a través de Ferrado Na Comporta, levanta un resort de lujo que habría iniciado su construcción el pasado septiembre, según anunció entonces el alcalde de Grândola, que indicó a la prensa local la inminente consecución de las licencias pertinentes.
Lo hace con polémica incluida entre colectivos ambientalistas debido a que la zona disparó su populidad en los últimos años, convirtiéndose en una suerte de Nueva Ibiza lusa. Solo hay que ver a algunos de los vecinos de Ortega Mera: del Grupo Pestana, la cadena de hoteles de Cristiano Ronaldo, a Vanguard, Amorim Luxury –grupo del que fuera el hombre más rico de Portugal, Americo Amorim– o, más recientemente, la promotora Coporgest, que acaba de anunciar un proyecto de 116 millones.
Inversión de más de 160 millones de euros
El complejo turístico que desarrolla Ortega Mera lleva por nombre Na Praia, y se asienta sobre los terrenos que la mujer más rica de España compró a Sonae Capital por unos 50 millones de euros en 2016. Previsiblemente, contará con un hotel de cinco estrellas, tres núcleos turísticos e instalaciones deportivas y de ocio. En total, se estima que sumará más de medio millar de camas. A finales de 2019, el Gobierno luso aprobó dotar de una serie de beneficios fiscales al proyecto, debido a la inversión y a la creación de trabajo prevista: 161,1 millones de euros y 318 puestos de trabajo para finales de diciembre de 2023.
El pasado verano, cuando el alcalde del municipio de Grândola anunció el inminente inicio de las obras, también destacó que el proyecto inicial había experimentado cambios “de acuerdo con las recomendaciones de diversas entidades, especialmente las vinculadas al medio ambiente”.
Anteriormente, en 2019, y en declaraciones al medio portugués Expresso, el socio de Sandra Ortega en Portugal, José Antonio de Sousa, destacó que el resort se desarrollará en distintas fases. En la primera se abordaría el hotel, de unas 100 habitaciones, y una villa turística.
La última polémica en Grândola
En todo caso, la polémica sobre la masificación urbanística en esta zona de Portugal continúa. Volvió a ser patente la pasada semana. Según recoge Jornal de Negocios, el jueves, el Ejecutivo de la Cámara de Grândola, en el distrito de Setúbal, aprobó la suspensión de su Plan Director Municipal (PDM) para evitar la especulación inmobiliaria y la aprobación de nuevos emprendimientos, en este caso, en las parroquias de Melides y de Carvalhal. Sin embargo, un día después, la propuesta fue tumbada en la Asamblea Municipal, con los votos en contra de las formaciones del PS y del PSD.
El regidor de Grândola, António Figueira Mendes, de la Coalición Democrática Unitaria (CDU), criticó lo acontecido mediante un comunicado en el que indicó que la suspensión del Plan Director Municipal “permitiría repensar de forma integrada el desarrollo sostenible de nuestro municipio y garantizar más bienestar a la población”. El alcalde se mostró contrario a la “construcción desenfrenada y el crecimiento sin reglas que perjudican a Grândola, a sus poblaciones, al medio ambiente y a la economía”.
«El Ayuntamiento de Grândola seguirá haciendo todo lo que esté a su alcance para que el desarrollo económico y la inversión, en particular el turismo y el sector inmobiliario, sean una fuente de beneficios para los ciudadanos y no una amenaza para la cohesión social«, explicó en el comunicado.
En declaraciones a la agencia Lusa, el mandatario local indicó que el número máximo de camas turísticas que se permiten en el concello es de 14.915, de las cuales en la actualidad ya están ocupadas unas 10.827. Sin embargo, pese a no haber «excedido» el número, en el caso de que se aprobase el elevado número de proyectos que se encuentran en fase de exposición pública, Figueira Mendes, reconoce que se «superaría» el límite.
La apuesta de Rosp Corunna
Dejando a un lado las polémicas urbanísticas en la zona, lo cierto es que las últimas cuentas publicadas por Rosp Corunna evidencian la apuesta inversora de la hija de Rosalía Mera, sostenida durante los últimos ejercicios, a pesar de la pandemia. La memoria de Ferrado Inmuebles, la filial de Rosp Corunna que aglutina sus inversiones en el ladrillo, revela que el grupo de sociedades que conforman Ferrado Na Comporta cerró el año 2020 con unas pérdidas de casi 330.000 euros, algo normal, teniendo en cuenta que el proyecto aún está arrancando la fase constructiva.
Los administradores de la compañía exponen también que Ferrado Na Comporta, cuya actividad es la promoción y explotación de establecimientos turísticos en Portugal, se constituyó en 2016, ostentando el grupo de Ortega Mera una participación del 90%. Un año después se efectuó una aportación dineraria de 1,5 millones de euros y se procedió a la conversión de 47,5 millones de euros de aportaciones dinerarias registradas en el patrimonio de la sociedad en un crédito con la misma.
Los desembolsos continuaron en los ejercicios posteriores: en 2019 se realizó otra aportación dineraria de 570.000 euros, y el año del estallido de la pandemia otro millón de euros más. Además, ese ejercicio, Ferrado Inmuebles adquirió a uno de los accionistas de la sociedad un 5% de las acciones de esta por unos 2,5 millones de euros, elevando su participación a un 95%.