Sacyr se cobija en las concesiones de los sobresaltos en Repsol
Apuesta decidida para que la gestión de activos, sobre todo autopistas en España y Latinoamérica, genere casi el 90% del ebitda del grupo en 2020
Aunque las últimas subidas en bolsa de Repsol han aliviado a Sacyr –el grupo constructor presidido por Manuel Manrique que ostenta el 8,7% del capital de la petrolera–, lo cierto es que los quebraderos de cabeza derivados de esta participación siguen estando muy presentes.
No en vano, los 122 millones de títulos de la petrolera avalan el préstamo con los que Sacyr compró dichas acciones, del que quedan por amortizar algo más de 1.600 millones de euros con vencimiento final en 2018.
Pendiente de los resultados de Repsol
Un ajuste, el de esta participación, que Sacyr volverá a actualizar dentro de unos días cuando, primero, Repsol, y después, la propia constructora, presenten los resultados del primer trimestre de 2016.
Al cierre de 2015, el test de deterioro redujo a 15,66 euros el valor de cada uno de los 122 millones de títulos de Repsol en manos de Sacyr, capitalizando por 1.912 millones de euros, muy por encima de los 1.100 millones del valor bursátil real.
Test de deterioro a partir de un precio de Repsol de 9,92 euros
Entonces, partía Sacyr de los 10,12 euros a los que cotizaba Repsol a 31 de diciembre de 2015. Ahora, la base serán los 9,92 euros a los que la petrolera cerró el pasado 31 de marzo. En principio, el valor razonable podría disminuir de nuevo, salvo que las estimaciones del flujo esperado de la petrolera compensen el desfase de la mera cotización.
Como adelanto de lo que puede suceder, el resultado neto ajustado de Repsol –que mide específicamente la marcha de los negocios– estaría en torno a los 230 millones de euros, según el consenso de los analistas. Muy lejos de los 928 millones registrados al cierre del primer trimestre de 2015.
Fe ciega en las 36 concesiones
Mientras tanto, Sacyr sigue animando a los inversores para que confíen ciegamente en los resultados que, en los próximos cinco años, reportarían las 36 concesiones en las que ya participa y las que llegarán en el futuro.
En este sentido, un encuentro con los analistas acaba de servir para que Rafael Gómez del Río y Carlos Mijangos –consejero delegado de Sacyr Concesiones y director financiero del grupo, respectivamente, desde el pasado mes de septiembre– pusieran sobre la mesa unos números muy optimistas acerca de la evolución de esta filial.
Crecimiento exponencial del ebitda
Con un dato a destacar, esos 400 millones de euros de ebitda puestos como objetivo a alcanzar en 2020. Más del doble de los obtenidos en 2015. Un crecimiento exponencial que convertiría a las concesiones en el principal aporte del grupo, con un 87% de los 750 millones previstos como resultado bruto de explotación al final de la presente década.
De los 1.600 millones de inversión comprometidos en las 36 concesiones en las que participa –en su mayoría, autopistas en Latinoamérica, Portugal y España–, Sacyr Concesiones ha aportado casi 1.100 millones y le quedarían por recabar algo más de 500 millones. Hasta 2015, la deuda ligada a las concesiones era de 1.932 millones de euros.
Amortización de 200 millones de deuda
Además del apalancamiento por la compra de los títulos de Repsol, hasta finales de 2015 Sacyr repartía el restante 60% de su deuda en 1.720 millones de financiación de proyectos, 322 del resto de negocios, 66 millones de deuda corporativa y otros 459 de obligaciones convertibles. Deuda esta que ha quedado reducida notablemente tras amortizar una emisión de 200 millones, cerrada por el grupo en marzo de 2011 y que venció el pasado 1 de mayo.
De cara a la captación de nuevos recursos financieros, el pasado 14 de abril Sacyr registraba en la Bolsa de Irlanda un programa Euro Commercial Paper (ECP), a través del que, durante un año, pretende realizar emisiones parciales de valores, con vencimientos entre 1 y 364 días desde la fecha de cierre. Una alternativa a la financiación bancaria para lograr un máximo de 300 millones de euros.