Ruiz-Mateos: el padre español de la estructura piramidal
El empresario tuvo un emporio empresarial con 65.000 trabajadores y acabó en la cárcel condenado por robar el dinero de sus propias empresas
José María Ruiz-Mateos comenzó su carrera empresarial exportando vino a Inglaterra, un área de negocios en el que había cumulado amplia experiencia heredada de su Zoilo Ruiz-Mateos Camacho, que fue alcalde de Rota, la localidad donde será enterrado José María Ruiz-Mateos este martes. Fundó Rumasa (Ruiz Mateos Sociedad Anónima) en 1961 y la convirtió en un negocio familiar que le permitiría obtener la primera fortuna empresarial de España.
Padre de trece hijos, designó a todos sus hijos varones a participar de la gestión de los negocios, pero apartó a todas las mujeres de los negocios familiares. Construyó sus negocios sobre el sector vitivinícola y el bancario donde creó el Banco de Albacete, Banco Alicantino de Comercio, Banco de Sevilla, entre otros.
De familia noble –pertenece al Ilustre Solar de Tejada, la corporación nobiliaria más antigua de España—Ruiz-Mateos lideró el principal grupo industrial español, Rumasa, que integró a 230 empresas y contaba con 65.000 empleados.
El empresario vio crecer su emporio a ritmo acelerado hasta que en febrero de 1983 el gobierno de Felipe González expropia su entramado empresarial por un fraude masivo a Hacienda. Ruiz-Mateos inició una larga lucha judicial contra el gobierno, lo que lo llevó a disfrazarse de Supermán para denunciar su caso y hasta llegó a propinar un puñetazo a Miguel Boyer, entonces ministro de Hacienda de Felipe González con su célebre frase «que te pego, leche». Llamó a los jueces «maricones y castrados» por desestimar sus demandas contra el gobierno.
La justicia dictaminó que Ruiz-Mateos adquiría empresas en problemas que financiaba con nuevas adquisiciones. Unas servían de soporte a otras. Se trataba, a fin de cuentas, de una estructura piramidal, una práctica empresarial inusual en los años setenta y ochenta en España y que volvió a repetir con Nueva Rumasa dos décadas después.
El fiasco de Nueva Rumasa
Ruiz-Mateos no prosperó en su demanda contra el gobierno pero en 1991 regresa a la vida pública al hacerse con el equipo de fútbol del Rayo Vallecano y al fundar, años más tarde el holding Nueva Rumasa que aglutinó a una decena de empresas: Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Quesería Menorquina y Rayo Vallecano. Y junto con el lanzamiento, Ruiz-Mateos inició una agresiva campaña por televisión para vender pagarés de su nueva empresa con la que prometía rentabilidades de hasta el 8%, muy superiores a las del mercado.
Dieciocho años después de la expropiación de Rumasa, en febrero de 2011, Ruiz-Mateos declara el concurso de acreedores de Nueva Rumasa. La Audiencia Nacional asegura que Ruiz-Mateos utilizó el dinero de los pagarés de Nueva Rumasa para capitalizar sus sociedades patrimoniales y asegurar su alto nivel de vida. Fue acusado de estafa con la compra de dos hoteles en Mallorca y de desviar fondos a paraísos fiscales.
Sus allegados aseguran que el estado de ánimo de Ruiz Mateos cayó en depresión durante sus últimos días tras haber ingresado en prisión. Un día después de entrar en la cárcel fue hospitalizado. Dos de sus hijos fueron condenados a casi tres años de prisión por estafa.