El aviso de Rosalía Mera: alertó de los problemas de Room Mate doce años antes de la quiebra
La madre de Sandra Ortega expresó su preocupación por la deuda y la cercanía de José Leyte con la hotelera en 2010, pero incrementó su participación y su apoyo financiero al proyecto
Rosp Corunna entró en Room Mate en 2007, haciéndose con un 9,8% del capital. Rosalía Mera había descubierto en una revista el proyecto de Kike Sarasola, concertó una cita con él y, tras conocer al exjinete olímpico y ver uno de los alojamientos, confirmó que quería formar parte de la empresa. En una ampliación de capital ejecutada en 2009, la primera esposa de Amancio Ortega puso 10 millones sobre la mesa y elevó su participación al 20%. Desde aquellos años, siempre se atribuyó a Mera una buena relación con Sarasola y una singular querencia por Room Mate, que iniciaba su expansión y estaba lejos todavía de ser rentable. Una meta que nunca conseguiría.
El empresario hotelero contribuyó a esta imagen recientemente al afirmar en el programa Viajando con Chester que su socia, fallecida en 2013, «era una mujer fantástica, inteligente, que se enamoró del proyecto«. Y nada parece ponerlo en duda, pues Rosp Corunna continuó apostando por la empresa hasta alcanzar el 30% del capital. Fue su hija, Sandra Ortega, quien años después de la muerte de Mera, decidió retirar el apoyo a Room Mate.
Sin embargo, el litigio que desencadenó la cadena de hoteles entre la primogénita de Amancio Ortega y el ex gestor de su fortuna, José Leyte, desvela que Room Mate no solo generó simpatía en Rosalía Mera, sino también, en ocasiones, inquietud. Al menos en un momento y frente a los directivos de Rosp Corunna, la entonces mujer más acaudalada de España expresó su preocupación sobre la marcha de la hotelera y sobre la exposición de su holding al proyecto de Kike Sarasola. Lo hizo 12 años antes de que la compañía entrara en concurso de acreedores.
La advertencia de Rosalía Mera
Así lo recoge el auto judicial en el que la Audiencia Provincial de A Coruña rechaza el recurso de apelación presentado por Sandra Ortega contra el archivo de su querella contra Leyte por administración desleal en el caso de las comfort letters otorgadas a Room Mate. Los magistrados dan por hecho cierto que, en la reunión del comité de dirección del 22 de noviembre de 2010, Mera mostró su preocupación por la deuda de su participada, también por los compromisos que Rosp Corunna había adquirido con Sarasola e incluso por la cercanía de su número dos con la participada.
La resolución judicial lo expresa así, aludiendo al conocimiento que tenía José Antonio Fresnedo, el directivo que reemplazó a Leyte como número dos del grupo, de la situación de Room Mate: «significativo entonces resulta que en el (comité de dirección) que tuvo lugar el 22 de noviembre ya de 2010, después de que la entonces administradora (Rosalía Mera) mostrara su preocupación por la deuda de Room Mate, por los compromisos adquiridos por Rosp Corunna, llegando a reprochar la escasa distancia que guardaba Leyte con esa participada, fuera expresamente interpelado. No podía por tanto desconocer, desde esa fecha, que Room Mate integraba un problema que ocupaba a las administradoras«. En esa reunión estaba, según detalla el auto, Sandra Ortega, además de Fresnedo .
Cabe señalar que la preocupación expresada por Rosalía Mera no se tradujo en un menor apoyo financiero. Por el contrario, Rosp Corunna amplió su participación hasta el 30% en abril de 2013, convirtiéndose en el segundo mayor accionista solo cuatro meses antes del fallecimiento de su fundadora. Para entonces, el proyecto encadenaba pérdidas y acabaría los últimos años de su trayectoria, al menos cinco ejercicios, en quiebra técnica.
Auditoría a Room Mate y ruptura
Realmente, la retirada del apoyo a Room Mate no se produce hasta la etapa final. Sandra Ortega, según el relato judicial, decide, eso sí, poner fin a las comfort letters y pide expresamente su desaparición. La inversora lo hace en dos pasos. En octubre de 2014 traslada que no se asumirán nuevos compromisos con la hotelera, aunque se respeten los ya adquiridos. Al año siguiente, Rosp toma la decisión de «centrar la financiación» en un «préstamo cotitularizado suscrito, en esas mismas fechas, con Citibank, de manera que las otras garantías, entre ellas, las comfort letters, debían ir desapareciendo».
Un año después, siguiendo la resolución judicial, el equipo de Sandra Ortega habría auditado Room Mate, analizando «con personal propio su situación financiera». Como es conocido, las comfort letters se mantuvieron vivas hasta acabar en los juzgados y Leyte fue cesado en 2020 por «pérdida de confianza», según alegaban entonces fuentes próximas al grupo. La guerra judicial desveló el resto, sin que Sandra Ortega fuera capaz hasta la fecha de probar delito alguno de los que le imputa a su ex número dos.