Romana huye de la Sareb antes de la revisión de activos del Banco de España

Belén Romana ha dimitido de la presidencia de la Sareb, el banco malo, por sorpresa. El abandono inesperado se produce días antes que el Banco de España emita el acta que revisa el valor de los activos que gestiona la sociedad y que podrían obligar a la empresa semipública a presentar pérdidas de entre 700 y 1.000 millones de euros. El último desfase, en 2014, fue de 250 millones.

Las dudas contables han llegado incluso al Congreso de los Diputados. El grupo parlamentario de la Izquierda Plural presentó el jueves pasado una proposición no de ley que exige un informe completo cada mes sobre la evolución, localización y valoración actualizada del portfolio que gestiona el banco malo.

Oficialmente, se guarda silencio respecto a la huida de Romana. La nota que comunica los cambios en la cúpula sólo señala que «sin su entrega, visión y liderazgo habría sido difícilmente imaginable la transformación de unos simples párrafos del BOE en la realidad empresarial robusta en que se ha convertido hoy la Sareb». El sustituto de Romana será su hasta hoy número dos: Jaime Echegoyen.

Nuevo presidente

El consejo de administración ha elogiado la «capacidad de liderazgo, experiencia y cualidades profesionales» del hasta hace pocas semanas responsable del negocio minorista de Barclays en España (vendido a Caixabank tras años de pérdidas). Los accionistas de la Sareb esperan que el nuevo responsable sea capaz de «aprovechar la incipiente recuperación inmobiliaria en España».

Echegoyen llegó hace un año a la empresa que heredó los activos tóxicos de las cajas. Su nombramiento como consejero se produjo en febrero de 2014. Su misión era recomponer la estructura organizativa y elegir los socios comerciales que gestionan la cartera de activos. Y eligió a los fondos Apollo y Cerberus y a las inmobiliarias bancarias Servihabitat y Solvia.