Rodríguez Cebrián cuelga el cartel de se vende o alquila en el Hotel Peregrino

El emblemático hotel de la capital gallega busca nuevo inquilino tras romper con Hesperia, aunque también valora la opción de venta, que podría llegar a los 15 millones según fuentes del sector

El Hotel Peregrino de Santiago.

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Hace casi un año que no duerme nadie en las camas del Hotel Peregrino. El histórico edificio, que se inauguró en 1965, cuelga del grupo Marlolan S.L, sociedad de inversión propiedad de la sobrina de Amancio Ortega, Dolores Ortega, y su esposo, el exdirector general de Inditex Juan Carlos Rodríguez Cebrián. A día de hoy es el único gran hotel de la capital gallega que permanece cerrado tras la crisis del Covid-19, en búsqueda de alguien que lo compre o alquile.

Con las luces encendidas pero vacío y con las puertas cerradas, el Peregrino se erige en la Avenida Rosalía de Castro a la espera de un nuevo gestor. El grupo Hesperia (a través de su sociedad Hotelera del Noroeste) fue el encargado de esta tarea desde marzo de 2002, cuando firmó un contrato de arrendamiento con la sociedad por un período de 20 años.

En noviembre de 2010 se firmó un nuevo contrato de alquiler, que tenía vigencia por una década, y finalizaba así en el mismo mes de 2020. No hubo acuerdo entre arrendador y arrendatario por el establecimiento y, unos meses mas tarde, en enero de este año, se firmó el acta de entrega de llaves. En ese momento el hotel inició «la búsqueda de una cadena hotelera que arriende el inmueble», según explica en la documentación remitida al Registro Mercantil.

Los administradores del Peregrino lo dejan a las claras en las últimas cuentas de la entidad, las correspondientes al ejercicio 2020. «Se ha iniciado la búsqueda de una cadena hotelera que arriende el inmueble, y se percibe interés en el arrendamiento, por lo que existen expectativas razonables para la formalización de un acuerdo. El administrador único de la sociedad no estima deteriorar el valor del inmovilizado material», apuntan.

Dos opciones de futuro

La búsqueda de inquilino se alarga algo más de ocho meses y Rodríguez Cebrián contempla también la opción de la venta. El primero es el método con el que está familiarizado el Peregrino, ya que llevaba casi dos décadas en régimen de arrendamiento, y el que prioriza la compañía, según apuntan fuentes del sector consultadas por este medio.

El hotel tiene las luces encendidas, pero la puerta permanece cerrada aunque la cafetería y el hall aún están iluminados pareciendo esperar a alguien. / Foto: ED Galicia

Pero los propietarios también estarían abiertos una posible venta que les permitiera, al menos, recuperar la inversión. Así lo aseguran por lo menos fuentes del sector contatadas por este medio, que indican que el valor del inmueble podría estar entre los 10 y los 15 millones. La situación actual, con la marcha de Hesperia y el Covid, no es la mejor y eso se refleja en las cuentas del último ejercicio. El establecimiento cerró 2020 con unas pérdidas de 27.000 euros, frente a los 338.000€ que logró de beneficio el año anterior.

Los ingresos, que provienen eminentemente del alquiler, se elevaron a 690.000€, mientras que el total activo de la sociedad asciende a 1,7 millones.

Edificio emblemático

El Hotel Peregrino es todo un símbolo de la ciudad. Inaugurado en la década de los 60, fue el primero de Santiago con piscina descubierta. Aunque por estar cerrado brillan menos sus cuatro estrellas, el hotel tiene lavandería, cafetería, restaurante y una discoteca, la Black, que fue la favorita de muchos universitarios en los años 80.

Sus 150 habitaciones se encuentran en el edificio más alto, que forma una T con la fachada principal, dándole su característica forma. El estilo de construcción, muy representativo de su época, llama la atención en la zona. Antes del cierre, sus precios rondaban los 90 euros por noche con reserva previa.

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