Río, el mayor grupo lácteo gallego, gana dos millones y alerta de la presión de la marca blanca

La compañía que dirige Carmen Lence vuelve a beneficios gracias a las mayores ventas y a la reducción de costes, aunque admite que los márgenes se estrechan por el encarecimiento de las materias primas

Carmen Lence

Carmen Lence, consejera delegada del Grupo Leche Río

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Leche Río consiguió volver a beneficios el año después del Covid, cerrando 2021 con un resultado positivo de 1,95 millones. El primer grupo lácteo gallego, que perdió 1,5 millones en 2019, ya había avanzado en un comunicado una notable mejora en el resultado de explotación y en los ingresos, en contraste con las dificultades que han tenido otros actores principales del sector, como Capsa, para mantener los beneficios. La compañía que dirige Carmen Lence vincula la remontada a tres factores: un aumento del 9,4% en la cifra de negocio, hasta los 152,4 millones; una reducción de los costes de explotación y una mejora de la productividad.

El balance de una empresa que ha recibido ofertas para su venta muestra un patrimonio neto de 48,3 millones, unos activos de 98,8 millones, siete millones más que en el ejercicio precedente; y un margen de maniobra positivo de 19 millones. La deuda financiera era a 31 de diciembre de 7,7 millones. Durante la crisis del Covid, Leche Río accedió a dos créditos ICO por valor de 8 millones para hacer frente a la pandemia.

Uno de los datos clave del grupo, controlado a través de la sociedad familiar Lence Torres, son los aprovisionamientos, ya que repercuten en su mayoría sobre los ganaderos que abastecen de leche a la empresa, la tercera con mayor volumen de recogida en la comunidad. El año pasado ascendieron a 122 millones, siete millones más que en 2020.

La inflación lo complica todo

A pesar de la evolución positiva en los números de Río, también dueño de la fábrica de Leyma en A Coruña, el informe de gestión de la compañía describe un entorno complejo y que, presumiblemente, se ha complicado todavía más a lo largo de este año. El equipo de Carmen Lence apunta al encarecimiento de las materias primas en un mercado maduro, competitivo y con «escasa diferenciación de los productos». «La rivalidad en precio se ha agudizado en los últimos años, como consecuencia de la creciente penetración de las marcas de la distribución», añaden.

Un estudio reciente de Nielsen IQ indicaba que las ventas de marca blanca, normalmente las más económicas de los lineales, se han disparado con la inflación, llegando a suponer el 49% de la cesta de la compra el pasado junio. La consultora explicaba que solía representar, de media, un 25% del valor de la cesta, pero ahora los consumidores se fijan más en el precio. El informe señalaba también que en los bienes de consumo –alimentación, droguería y perfumería– la marca de distribución alcanzaba una cuota de mercado del 41%.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp